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Independientemente de quién resulte electo en México, se debe tomar en cuenta que el crecimiento de la economía es muy bajo y que se debe seguir reduciendo la deuda pública de manera consistente, dijo el director gerente asociado para las Américas de Moody’s, Mauro Leos.
“Al final de cuentas, lo relevante para nosotros es el desempeño económico y el fiscal y cómo afecta a los indicadores que nosotros monitoreamos”, dijo en entrevista.
Durante las reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, señaló que ahora que los candidatos presidenciales en México han dado a conocer sus propuestas y pronunciamientos electorales, la pregunta es en qué medida se van a materializar o no en políticas.
“Por eso vamos a estar en un periodo de espera”, manifestó al referirse a lo que sigue para México después de que la calificadora cambió la perspectiva de negativa a estable en la nota de riesgo soberano.
En ese tema, Mauro Leos planteó que para la siguiente administración será importante ver en qué medida los ajustes que se aplicaron en este sexenio son sostenibles y pueden asegurar que de aquí en adelante se evite lo que pasó.
Al preguntársele si para ello servirá un consejo fiscal, mencionó que los países lo hacen por diferentes vías.
Para México, dijo que existe la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y en su momento se hizo una propuesta relacionada con el consejo fiscal; sin embargo, el proyecto se desechó.
Refirió que no todos los países lo tienen, pero consideró que sería un elemento que puede contribuir, pero lo más importante de arranque es el objetivo de un gobierno en cuanto a la meta de aspiración fiscal.
En ese sentido, enfatizó que el logro de la presente administración fue estabilizar la deuda; y aunque los mecanismos pueden variar, ahora
el punto de partida es cuál será el camino a seguir para el futuro gobierno del país.
Se deben ver cuáles son los objetivos de política económica y los puntos de partida, explicó el experto.
Detalló que para Moody’s lo importante es ver lo que pasó en 2017, lo que se espera que suceda en este año y lo que viene, porque la calificación no toma en cuenta el historial más que la prospectiva, ponderó.
“Lo que vemos es que si bien aumentó respecto a hace cinco años, todo indica que se está estabilizando, le está empezando a dar la vuelta”, destacó el directivo.
Sin embargo, indicó que son raros los casos de economías que de manera sostenida reportan cada año una caída en las razones de deuda.
Matizó que en la mayor parte de los casos lo que se observa al hacer avances en consolidación fiscal es estabilizar la razón deuda/PIB.
Perspectiva estable. Mauro Leos explicó que la decisión que tomó Moody’s de regresarle la perspectiva estable a México responde a la trayectoria y a las tendencias que muestra la economía nacional.
Dijo que hay un balance entre los aspectos positivos y negativos, y ahora que el país entre en una transición eso puede llevar a un replanteamiento del equipo económico.
“Nuestro punto de vista es que las tendencias y los parámetros, en términos comparativos con otros países que seguimos, validan esa calificación”, estableció.
Coincidencia entre calificadoras. Hace dos semanas, Moody’s ajustó la perspectiva de la calificación de México de negativa a estable, debido a las mejores condiciones para la renegociación del TLCAN y la baja probabilidad de que el nuevo Presidente de México ajuste bruscamente las políticas económicas.
De esta manera, las cuatro agencias (Moody’s, Fitch Ratings, Standard and Poor’s y HR Ratings) coinciden en poner el panorama de la nota crediticia en estable.