En esta cuaresma, en plena contingencia sanitaria, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) aseguró que las familias mexicanas de cinco miembros tendrán un gasto promedio por comida de 230 pesos, mientras que por las dos semanas totales de la temporada podrían llegar a gastar hasta 3 mil 425 pesos.
En este contexto, la ANPEC registró que desde finales de marzo algunos productos básicos incrementaron de precio notoriamente.
Sin embargo, las denuncias de comerciantes y consumidores lograron estabilizar los costos y recuperaron sus precios regulares en la primera semana de abril.
“La emergencia sanitaria por la que atraviesa el país se ha prestado para que algunas grandes comercializadoras busquen hacer su agosto en marzo, especulando con los precios de los productos arbitrariamente, lucrando con la necesidad de la gente en forma criminal; sin embargo, las denuncias que hemos hecho han servido para que las autoridades volteen y actúen ante esta problemática, mandando advertencias que bastaron para disipar la especulación en el mercado, hasta ahora”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC .
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Durante esta semana hubo una variación al alza en productos cómo limón (15%), naranja (3%), carnes (de 2 a 5 pesos) y embutidos (de 2 a 4 pesos); mientras que en los productos que se consumen en la cuaresma, ANPEC monitorea los precios y se registró un aumento en el camarón pacotilla (24.65%), calamar (114.28%), pescado blanco (13.33%), mojarra (113.84%), salmón (73.26%) y sierra (62.5%).
“La cuaresma nos vino en el momento más inesperado de nuestras vidas. Jamás imaginamos que íbamos a estar encerrados tanto tiempo a causa de una pandemia. No estábamos preparados. (...) Aunado a ello, los gastos que conlleva estar en casa todos los días, el precio de los mariscos y el pescado se han visto afectados considerablemente a comparación del año pasado y si queremos cumplir con la tradición que marca esta temporada tendremos que gastar más de lo pensado”, aseguró Rivera.
La Alianza invitó a familias y consumidores a administrar muy bien su presupuesto durante la cuarentena y a estar atentos para evitar abusos que puedan aumentar el gasto familiar que, en tiempos de contingencia, es importante cuidar.