maria.saldana@eluniversal.com.mx
El mercado laboral en México vive una situación “no tan favorable” como se dice, tanto por el nivel salarial, como por registros de generación de empleos, que muchos de ellos existían, pero sólo se formalizaron, informó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
De acuerdo con el organismo, 60% del incremento que se registró en el número de afiliadas al seguro social corresponde a personas que tenían trabajo y únicamente pasaron a un esquema formal.
Entonces “se puede intuir que del aumento total reportado por el Seguro Social, casi 60% corresponde a personas que ya tenían un empleo, por lo que no se pueden considerar nuevos puestos de trabajo”.
El CEESP, que dirige Luis Foncerrada Pascal, aseguró que preocupa que la precarización del empleo se acentúa, lo que provoca una baja en el bienestar de los hogares.
“Los salarios ofrecidos se mantuvieron en niveles bajos. Las cifras indican que, del total del aumento en la ocupación, un millón 117 mil personas lograron conseguir un empleo con hasta dos salarios mínimos, mientras la ocupación en los rangos salariales superiores a dos salarios mínimos se redujo en un millón 627 mil empleos”, añadió.
Pero también llama la atención que creció un millón 281 mil personas el rubro de trabajadores sin ingresos especificados, es decir, la cifra se elevó a 7 millones 645 mil ocupados que no se sabe su ingreso.
“La situación del mercado laboral no es tan favorable. La concentración de la población ocupada en niveles salariales bajos, el hecho de que 63% de los ocupados no tiene acceso a servicios de salud, y que más de la cuarta parte de empleados tienen jornadas laborales superiores a 48 horas a la semana, son signos de un mercado con deficiencias”, afirmaron los economistas del CEESP en su mensaje semanal.
Hay una precarización del empleo y no hay mayor generación de puestos a pesar de que los datos indican que, en el último trimestre de 2017, la tasa de desempleo se ubicó en 3.3%, el porcentaje más bajo desde el segundo trimestre de 2007.
Otra situación para pensarse es que a mayor preparación hay opción de un mejor empleo, pero las cifras actuales indican lo opuesto.
“La pérdida de talento puede ser en factor que inhiba el ritmo de crecimiento y en un aumento de la mediocridad del nivel de vida de los hogares”, dijo el CEESP.