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A pesar del repunte de la inflación en el primer semestre de este año, la demanda interna de las familias se consolidó como uno de los principales motores de la economía mexicana, de acuerdo con datos más recientes dados a conocer por el Inegi.
El indicador del consumo privado en el mercado interno promedió durante los primeros seis meses del año un crecimiento anual de 3.6% con base en cifras ajustadas por estacionalidad, su avance más alto para un periodo similar desde 2012.
Este dinamismo de la demanda del sector privado contribuyó a que el crecimiento económico del país se mantuviera con una tasa de 2.3% en la primera mitad del año, tasa similar a la reportada en el primer semestre de 2016.
Los resultados sugieren que el consumo privado se resiste a una desaceleración, como lo sugieren algunos indicadores de ventas locales y algunos de sus determinantes, como la masa salarial y el crédito al consumo, en un contexto de una inflación más elevada, comentó Eduardo González, analista económico de CitiBanamex.
En su comparación anual, el indicador del consumo privado en el mercado interno durante junio avanzó 3.4% en términos reales con base en cifras desestacionalizadas, tasa inferior a 4.1% y 5.1% reportados en los dos meses anteriores, lo que revela que su dinamismo tiende a disminuir, más por el lado de los bienes y servicios de origen nacional que por la demanda de productos del exterior.
Los gastos en bienes de origen importado registraron un crecimiento anual de 11.4% en junio pasado, la cifra más alta desde diciembre de 2011, producto en parte a la apreciación del peso frente al dólar de 5.9% durante ese mes.
Por su lado, el consumo de bienes y servicios nacionales se incrementaron 2.5% en el sexto mes de 2017 respecto al mismo periodo de 2016, tasa inferior a 3.4% reportado en mayo y a 5% alcanzado en abril.
La demanda de servicios se constituyó en el componente más dinámico con un crecimiento anual de 4.2%. Mientras que la demanda de bienes ascendió apenas a 0.8% con relación a junio de 2016.
Por lo que se refiere a su variación mensual, el consumo privado aumentó 0.2% en términos reales durante junio de 2017 frente al mes inmediato anterior, con cifras ajustadas por estacionalidad. La tasa fue inferior a 0.6% reportado en mayo.
Por componentes, el consumo de los bienes de origen importado subió 2.5% y el de los bienes y servicios de origen nacional presentó un alza de sólo 0.1%.
En los resultados del consumo privado a junio destaca el renovado dinamismo de la demanda de bienes importados, que ha sido favorecido por la apreciación del peso. Esto ha compensado la desaceleración que exhibe el consumo de bienes nacionales, explicó Eduardo González.
De esta forma, el dinamismo del consumo privado se mantiene estable y continúa ayudando a impulsar el crecimiento del PIB.
Sin embargo, el especialista explicó que el ritmo de consumo privado se desacelerará gradualmente en términos anuales durante el resto del año.
