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Si no se logra una exitosa renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el gobierno no implementa una estrategia para fortalecer la productividad y el mercado interno, México entrará en una etapa de mayor austeridad, dijo la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), que preside Manuel Herrera.
Ese escenario sólo representará “el costo de haber apostado todo al comercio internacional y desdeñado a empresas nacionales”.
De acuerdo con el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, la terminación del TLCAN costaría al país entre 1.5% y 2.5% del PIB, por ello es necesario implementar políticas para superar el bajo crecimiento y las presiones inflacionarias.
En el documento Bajo crecimiento y presión inflacionaria del Centro de Estudios de la Industria, la Concamin afirmó que el bajo crecimiento que registra México tiene que ver con problemas estructurales que deben corregirse.
“El incremento del PIB en los primeros tres trimestres de 2017 fue de sólo 2.2%, inferior al promedio de los últimos 35 años y más bajo que lo registrado en las naciones emergentes del Pacífico asiático, las que han desplazado a México de mercados en América del Norte”.
Además, se conjugan dos indicadores, el bajo crecimiento y el alza de precio al consumidor, que en octubre registró un alza de 6.37%, consecuencia de que los precios al productos siguen elevados al llegar a 5.27% también en el mismo mes.
Con el problema que ante “la renegociación del TLCAN y la volatilidad que implica para la cotización del peso frente al dólar permiten aseverar que la inflación se mantendrá en niveles de casi 6%, una situación poco favorable para una economía que sigue sin crecer”.
La renegociación incide en la economía, tal y como lo dijo el Banco de México al observar que la inversión se mantiene en niveles deprimidos y que ello puede provocar la desaceleración del consumo.
Se necesita una estrategia para fortalecer la productividad y competitividad del mercado interno, porque a pesar de los cambios estructurales en la economía en los primeros cinco años del actual gobierno, se mantiene la inercia de bajo crecimiento.
Esto se observa más en la industria, que en el tercer trimestre de 2017 cayó 0.5% a consecuencia de la recesión del sector minero, especialmente por la contracción en las extracciones petroleras y la baja en algunos componentes de la construcción, además de que las perspectivas de la actividad secundaria no muestran una mejor perspectiva de desempeño.