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La guerra arancelaria entre México y Estados Unidos provocará un aumento de precios de quesos de importación, especialmente aquellos que se usan en comida rápida como pizzas, hamburguesas, nachos, alimentos enlatados, sobre todo sopas, así como electrónicos, electrodomésticos, explicaron especialistas.
La semana pasada, la Secretaría de Economía anunció que impondrá represalias comerciales a productos estadounidenses, como respuesta a la decisión del gobierno de Donald Trump, de gravar con aranceles al acero y al aluminio de México.
Esas represalias se impondrán sobre aceros planos laminados en caliente y en frío, tubos, así como carne de cerdo, embutidos, preparaciones alimenticias, uvas, manzanas, arándanos, quesos y lámparas de luz.
Aún falta que se publique el porcentaje arancelario de cada producto en el Diario Oficial de la Federación, lo que se espera ocurra la próxima semana.
Ello significa que habrá afectaciones para los “quesos que más importamos y que se usan para el mercado de food services, hoteles, restaurantes y comida rápida. Como número uno está el queso mozarela para pizza, luego el gouda, seguido del queso crema, después Monterrey Jack y finalmente el parmesano”, expuso el presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), Miguel Ángel García Paredes.
Esa lista de quesos de importación fue sujeta de aranceles en el sexenio de Felipe Calderón, como presión para que Estados Unidos cumpliera con el compromiso que hizo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México de permitir entrar al autotransporte de carga mexicano a su territorio.
Estos quesos regularmente los usan cadenas hoteleras y restaurantes para gratinar omeletes, enchiladas, chilaquiles, pizzas, hamburguesas, entre otras, de acuerdo con fuentes que aseguraron que entre los más afectados pueden estar reconocidas marcas de comida rápida.
En manzanas, la principal afectada será la red delicious, que es la que principalmente llega a México de Estados Unidos, la cual en muchas ocasiones llega subfacturada, es decir, “ponen cantidades ridículas en la factura”, dijo el presidente de la Unión Agrícola Regional de Fruticultores del Estado de Chihuahua, Elier García Domínguez.
Esta medida de represalia mexicana significará seguramente daños para los productores de Washington y de Oregón, los estados exportadores de manzana, mientras que para los nacionales es una oportunidad para que se tenga más control en las aduanas de la mala práctica de subfacturar la fruta que se importa.
Mientras que imponer aranceles a aceros planos laminados de acero en caliente y frío y tubos [afectará] sobre insumos de las industrias de autopartes, electrónica, electrodomésticos, semiconductores, construcción y siderúrgica, dijo el coordinador del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios (LACEN), Ignacio Martínez.
Los nuevos derechos tendrán un efecto de aumento en los precios de los productos gravados con aranceles para consumidores mexicanos, mientras que los estadounidenses seguramente verán incrementos de precios en la industria automovilística y de electrodomésticos, porque en ciertos productos el acero y aluminio representan 90% de sus componentes, explicó Gerardo Vázquez, especialista en comercio de la Escuela Libre de Derecho.
De acuerdo con la firma Messidor, las exportaciones que realiza Estados Unidos hacia México de los productos a los que el gobierno nacional les impondrá aranceles equivalen a 801 millones de dólares de piernas y paletas de cerdo, a 84 millones
en embutidos, 199 millones de preparaciones alimenticias, 281 millones de manzanas, 11 millones de uvas y 84 millones de dólares en los arándanos, aproximadamente.