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Con un voto en contra, la junta de gobierno del Banco de México (Banxico) decidió mantener en 7.75% la tasa de referencia.

Un miembro votó a favor de incrementar dicho objetivo en 25 puntos base, dio a conocer el banco central en el anuncio de política monetaria. Con ello se rompió la unanimidad con que había actuado el órgano colegiado en lo que va del año.

Banxico deja tasa de referencia en 7.75%
Banxico deja tasa de referencia en 7.75%

Al mismo tiempo, la junta de gobierno advirtió que, a pesar de la menor incertidumbre asociada a la relación comercial de México con Estados Unidos y Canadá, la economía mexicana todavía transita por un panorama complejo, sobre todo por el riesgo de mayor astringencia en las condiciones financieras externas.

En su anuncio de política monetaria, el banco central explicó las razones de peso que tomaron en cuenta cuatro de los cinco integrantes para coincidir en no apretar ni relajar las condiciones monetarias por el momento.

Mencionaron entre esos factores el comportamiento reciente de la economía, que la naturaleza de los choques que han afectado recientemente la inflación es de carácter transitorio y que la tendencia esperada de la inflación subyacente continúa siendo descendente.

Sin embargo, Banco de México estableció que si bien se decidió por mayoría no modificar la tasa de política monetaria, la junta de gobierno se mantendrá vigilante del traspaso que se pudiese observar de los choques que han afectado a la inflación no subyacente, así como de otros elementos que puedan impactar el comportamiento de la inflación subyacente, lo cual es especialmente relevante en un contexto como el actual, en el que esta última aún se ubica por encima de 3%.

Lo anterior, con fin de tomar acciones que se consideren necesarias, en particular el mantenimiento o un posible reforzamiento de la postura monetaria actual, para que la inflación general converja a la meta del Banco de México en el horizonte en el que opera la política monetaria.

Balance de riesgos. La decisión se tomó pese a que se reconoció que el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno de incertidumbre.

Además, pese a que en días pasados el propio gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, había subrayado que los precios de las gasolinas en agosto y septiembre subieron más que en enero de 2017 con la liberalización conocida popularmente como gasolinazo.

El Banco de México expuso en el comunicado de política monetaria que desde junio se han dado incrementos mayores a los previstos en los precios de los energéticos, en especial de la gasolina y del gas licuado de petróleo (LP).

Estableció que, aunque estos choques son de naturaleza temporal, han afectado el ritmo de disminución de la inflación subyacente por los efectos indirectos que han tenido sobre los costos de producción, y han retrasado la convergencia de la inflación general a su meta.

Destacó que si bien dichos incrementos de precios tienen su origen en alzas en sus referencias internacionales el ajuste gradual en la determinación de los precios internos de los combustibles ha propiciado mayor persistencia en sus aumentos.

Lo anterior, agregó, ha contribuido a que la inflación no subyacente se mantenga en niveles elevados por un periodo prolongado.

Sin embargo, se está confiando en que la inflación subyacente, aun cuando se ha visto afectada por los efectos indirectos, se mantiene dentro de la previsión de que continúe disminuyendo en el horizonte en el que opera la política monetaria.

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