cartera@eluniversal.com.mx
El Grupo Financiero Banorte confía en la autorización por parte de las autoridades mexicanas para concretar la fusión con Interacciones. De acuerdo con su director general, Marcos Ramírez, es factible que la consolidación se presente en el segundo semestre del año.
La apuesta del grupo es convertirse en la principal fuente de financiamiento de infraestructura en el país, valiéndose de la experiencia de Interacciones en el otorgamiento de crédito a estados y municipios.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Ramírez afirma que sin importar el resultado de las elecciones de julio próximo, el grupo se mantendrá en el país y si bien se prevén meses de volatilidad, existe un amplio mercado para seguir creciendo en México.
¿Qué destaca a un año del cierre de la presente administración?
—México es diferente después de las reformas, siempre las voy a defender. Ahora estamos en la parte aplicativa. Unas tardan más años que otras pero ya se ven resultados. En el caso de la laboral está creando mucho más empleos. En 2017 se tuvo el récord histórico con 800 mil nuevos puestos de trabajo, que eso es caldo de cultivo para los bancos porque en nuestro sistema sólo entra la gente que tiene trabajo, que podemos ver, introducirlos en las Afore y asegurar.
Por eso los bancos estamos tan optimistas, porque estamos viendo que las cosas están funcionando.
En el caso de la reforma financiera se ha fomentado la competencia, cosa que está bien para los clientes.
¿No es demasiada optimista la visión por parte de los bancos sobre los próximos años?
—En el caso de las reformas apenas se está empezando a ver lo que llegarán a ser. Somos optimistas documentados. Los bancos podemos ver cómo viene México y no porque seamos más listos sino porque tenemos a todos nuestros clientes que nos están dando información de si necesitan crédito y cómo viene el ciclo.
Aún hay mucho apetito de los clientes en todo los rubros, y en los bancos estamos optimistas porque se ve muy bien el México que viene.
Estamos muy optimistas esperando que en los próximos años sigamos bancarizando, sigamos asegurando y “aforizando” a nuestros clientes.
Sin embargo se tiene debilidad en Estado de Derecho...
—Las leyes en México son buenas, te lo dicen todos los que saben de eso, pero lo que tenemos que hacer es seguir empujando hacia el Estado de derecho. Si logramos eso vamos a lograr un mejor país.
¿Para el negocio de Banorte la inseguridad es un tema que tenga impacto?
—Cuanto más seguro sea un sistema, un país, cuanto más seguro sea todo, los bancos, que al final de cuentas lo que hacemos es medir el riesgo que hay y cobrar por ello, cuanto menos riesgos haya menos cobras. Si tuviéramos la seguridad de que todo mundo nos va a pagar, las tasas serían casi iguales tanto de entrada como de salida. Cuanto más procuremos una seguridad en todos los aspectos hacemos mejor nuestro trabajo y más barata se vuelve la banca.
¿Qué más favoreció al crecimiento de los bancos en 2017?
—No vimos que algo malo fuera a pasar en México en 2017. Dijimos que no íbamos a producirnos una herida y solamente en caso de que las cosas estuvieran mal se iba a proceder.
Fuimos con todos los clientes y les dijimos que las cosas no se veían mal, que seguiríamos prestando.
En ningún momento paramos y lo mismo vemos en 2018. Ahí están los clientes, la demanda, vamos con ellos, los vamos a acompañar y si empieza a llover sacamos el paraguas. Ese fue el éxito, si nos comparas con nuestros competidores, que son muy buenos, tenemos esa visión de ir hacia adelante.
Hay menos incertidumbre por el TLCAN, ¿pero aumentó por las elecciones?
—Por definición siempre tiene que haber una inseguridad hacia adelante. El TLCAN dominó 2017, así como la reforma fiscal de Estados Unidos, que a México le va a afectar. Si bien tenemos las elecciones este año, lo mismo ocurrió hace seis, 12 o 24 años y tampoco es una cosa que no sepamos cómo enfrentar.
¿Cuáles son los temas que debe priorizar gane quien gane?
—Estado de derecho. Reforzar esta materia. Si tocas esa piedra angular lo demás cae solo. Si eso se arregla lo demás también se soluciona.
¿Hay un factor de riesgo adicional con la forma en que vemos las encuestas, el candidato puntero?
—No. Cuando sacamos nuestro proyecto para 2017, a finales de 2016, no sabíamos si [Donald] Trump iba a ganar, había mucho ruido. Cuando sacamos el plan Trump ganó y no pasó nada. Nosotros estamos con lo mismo. Sí hay ruido electoral, pero nosotros seguimos en lo nuestro.
¿El negocio del grupo sigue en el país gane quien gane en julio?
—Sin duda. Nosotros sólo estamos en México y solamente estamos para los mexicanos. Si alguien quiere seguir otra estrategia no va a ser Banorte.
Confianza en fusión
Ramírez dice que de autorizarse tanto por la Comisión Federal de Competencia Económica, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en el segundo semestre del año puede concretarse e iniciar operaciones la fusión con Interacciones.
¿Cómo va el proceso para la fusión con Interacciones?
—Estamos sujetos a que la autoridad nos diga que sí. Estamos muy optimistas de que se autorizará y nosotros queremos volvernos el [grupo] más rápido para nuestros clientes, el de mejor tecnología y el de mayores productos para los cuentahabientes, y en ese sentido está el financiamiento a estados y municipios.
Nosotros no teníamos esa habilidad que tiene Interacciones y lo que pensamos es seguir siendo el mismo grupo financiero más esa habilidad y volvernos el banco de la infraestructura, sin descuidar todo lo demás.
Un dato duro es que México es la treceava economía global en términos de tamaño; sin embargo, en infraestructura somos el país número 62. Imagínate todo ese espacio que tenemos en todo lo que hay que desarrollar en infraestructura. Necesitamos hacerla con quien esté y Banorte quiere entrar a ese sector.
¿Si todo sigue su curso legal, la fusión la veremos hasta 2019?
—Tan pronto como en un par de meses empezaría. Las fusiones toman su tiempo porque se trata de dos entidades vivas y llevan un proceso de consolidación, pero ya se empezaría a aplicar desde mediados de este año.
¿La apuesta es entonces entrar en estados y municipios?
—Así es, y lo que esperamos es estar integrados a finales de este año.
En temas que por ley ya veremos este año sobre seguridad biométrica, ¿qué veremos de Banorte?
—Tenemos una ventaja, al ser un grupo financiero y no solamente un banco, ya lo aplicamos en las Afore. Lo que estamos viendo es sí aplicamos la misma tecnología. Es algo que necesitamos y mientras más biometría tengamos y mejor conozcamos a los clientes habrá mejores resultados.
¿México es un blanco recurrente para los ataques cibernéticos?
—No somos un país que estemos en el target de los ciberdelincuentes, pero si nos confiamos nos puede ir muy mal. Se tiene que avanzar en el reforzamiento de la seguridad.