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A pocos días de haber sido nombrado presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Bernardo González destaca los avances en crecimiento del crédito y solidez con que operan los bancos en el país.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario reconoce que no se alcanzará la meta de penetración del financiamiento como proporción del PIB que se hizo como parte de la reforma financiera de 2014 y detalla los retos en materia de lavado de dinero que enfrenta México después de que el Grupo de Acción Financiera contra el Blanqueo de Capitales (GAFI) presentara la evaluación de los sectores donde México debe reforzar su estrategia contra este delito.

Banca, con sistema blindado ante elecciones: CNBV
Banca, con sistema blindado ante elecciones: CNBV

Último año de administración ¿qué queda pendiente de implementar la reforma financiera?

La reforma se promulgó en enero de 2014 y durante ese año se publicaron todas las disposiciones que ordenaba la ley. En los años posteriores lo que se ha venido haciendo es mejorar lo que se emitió en ese momento. Casi 300 modificaciones en todos los sectores, bursátil, ahorro y crédito popular, y sector bancario. Desde entonces, ha habido mucho más crédito. Hoy el financiamiento interno al sector privado es de 33.7% al cierre de 2017, cuando empezamos la administración, en 2012, era de 27%. El crecimiento ha sido considerable. La tasa de morosidad al cierre de 2017 fue de 2.1% el nivel más bajo en 11 años y se ha crecido de forma muy sana.

Es un sistema bancario que ha generado que haya menores tasas de interés. Por ejemplo en créditos personales, de diciembre de 2013 a 2017, bajó 13.3% las tasas. Ese sí es un beneficio clarísimo para la gente, porque al final acaban pagando menos intereses y en consumo fue de 3.4% puntos porcentuales.

Uno de los objetivos de la reforma financiera fue llegar a 40% del crédito como proporción del PIB. ¿Ustedes mantienen esa perspectiva? Los bancos y calificadoras dicen que no…

—Al cierre de diciembre de 2017 estamos en 33.7%. Desde luego no es el 40% que planeábamos. Esas fueron estimaciones basadas en muchos elementos, pero lo que hay que reconocer es que venimos de 27% de penetración respecto del PIB y estos seis puntos son muy significativos y se ha constituido en una palanca para que la economía siga creciendo.

Después de un año de buenos resultados para el sistema financiero como lo fue 2017, ¿qué espera la autoridad este año?

—El año pasado fue emblemático en cuanto a la incertidumbre y la volatilidad que generó en los mercados financieros. Fueron muchos factores, TLCAN, la elección en Estados Unidos, los desastres naturales que sufrimos durante el verano y no obstante eso se tuvo crecimiento económico, cifra récord en creación de empleos. Una banca y un sistema financiero que sigue prestando más y que lo hace de manera muy prudente.

A pesar de que sigan algunos elementos de incertidumbre hasta que se cierre la renegociación del TLCAN y los demás eventos de este año, sí creemos, y está basado en un ejercicio científico que son las pruebas de estrés en las que ponemos a prueba todas las variables macroeconómicas que el sistema financiero sigue siendo resiliente. Los resultados que tenemos es que tenemos un sistema financiero que aguanta, que resiste, que es resiliente a la volatilidad y a la incertidumbre y está probado. Sí es una prueba científica pero lo hemos probado en la realidad.

¿En estas pruebas, entró un escenario con un resultado electoral que no le guste a los mercados?

—Todos los distintos escenarios se traducen en cambios en las tasas de interés, tipo de cambio, flujo de capital. Todo eso se estresa y el resultado que tienes, con causas múltiples es que el sistema resiste estos efectos y definitivamente los resiste.

Para este año, diversas firmas y organismos internacionales señalan al cibercrimen como uno de los principales retos para el sistema financiero…

— En octubre del año pasado se adoptaron los principios de todos los sectores regulados y la CNBV para evitar ser víctimas del crimen cibernético. Es muy importante que desarrollemos la agenda este año porque esto es cada vez más relevante y se vuelve muy sonado. Hemos visto casos recientes en muchas instituciones a escala mundial donde las pueden vaciar o quebrar. Algunas fintech han sufrido de esos ataques, sobre todo en China. Es muy relevante que las instituciones en México que sufran ataques sí lo reporten. Tienen que decir cuál fue la tipología con la cual los atacaron para que podamos, además de investigar quién lo hizo y castigarlos, poderlo difundir entre otras instituciones y que se puedan prevenir.

Algunos analistas ven a México como uno de los bancos predilectos para el ataque cibernético...

—No creo que seamos particularmente un objetivo de los delincuentes cibernéticos. Creo que hay otros países que han sido más golpeados como el caso de China y ahí también depende de los eventos geopolíticos que ocurren a su alrededor.

¿Después de la evaluación que GAFI hizo sobre el país, qué sigue este año en materia de prevención de lavado de dinero?

—Hay áreas de oportunidad que nos señaló tanto al sector financiero como al SAT en la supervisión de actividades vulnerables, al Poder Judicial.

Por nuestra parte una de las cosas que sí tenemos que apurar, pero que ya estaban redactadas en las disposiciones de prevención de lavado de dinero que emitió la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el año pasado, es vigilar que se identifique muy bien al propietario real, al beneficiario final.

A las personas físicas que están detrás de personas morales y que las tengamos muy bien identificadas.

Esto porque en esta medida se tendrá más transparencia de quienes son los dueños de las empresas y quien se está beneficiando económicamente en una Sociedad Anónima o de un fideicomiso.

Eso es muy relevante para ser más efectivos en prevención de lavado de dinero. Hay mucho que hacer como país para en el futuro tener mejores calificaciones con GAFI.

¿Están satisfechos con la evaluación sobre México?

—Estamos satisfechos de lo que se dijo del sector financiero. Se reconoció que se tiene un marco normativo y jurídico robusto, muy avanzado en el cual sí podemos identificar y denunciar cuando hay lavado de dinero. Eso claro que tiene que ser un orgullo porque ha costado mucho trabajo y mucho dinero. De eso estamos contentos y claros de que hay brechas que se deben cerrar.

Tenemos que trabajar para salir mejor evaluados en el tema de las actividades vulnerables, el cual es reciente, se empezó a regular en 2012 y evidentemente, el sector financiero viene desde 2000 adoptando las mejores prácticas contra lavado de dinero, evidentemente hay una curva de aprendizaje mayor. Ahí es donde tenemos que mejorar como país.

Hace poco llamó la atención el deterioro en el sector popular de la financiera Proyecto Coincidir que nos hizo recordar el caso Ficrea ¿han hallado algo en este sector?

—Estamos monitoreando todo el sector de ahorro y crédito popular. Sí, fue muy traumática la experiencia que tuvimos con Ficrea y evidentemente estamos llevando una supervisión muy estricta. El que no hayan sido exitosas las reformas legales de 2015 que se trataron de pasar, la mal llamada “ley Ficrea”, la cual sí alineaba muchas cosas en el sector, entonces creo que es necesario realizar cambios adicionales en ese sector.

Sobre la investigación de supuestas irregularidades en la entrega de tarjetas a damnificados por parte del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), la CNBV mantiene su postura de sólo divulgar resultados de la investigación en los plazos de ley y en caso de alguna sanción se dará a conocer el día 15 del mes siguiente en que sea notificada.

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