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Luego de 25 años que no se construía una presa de gran magnitud, el organismo operador Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) solicitó a la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda la autorización para construir la Presa Libertad, la cual va a servir para cubrir el abasto de agua en bloque del área conurbada de la Zona Metropolitana de Monterrey, Nuevo León.
La magna obra, de acuerdo con el estudio costo-beneficio elaborado por Inver-Planning Consultores, con fecha de 21 de diciembre de 2017 y al cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, señala que el proyecto tendrá un costo total de 9 mil 533 millones de pesos —incluyendo los costos de operación y mantenimiento por 30 años— y entrará en operación en 2023.
Su construcción se llevará a cabo sobre el río Potosí, a 15 kilómetros al norte de la población de Linares, Nuevo León, para aprovechar los escurrimientos de este río.
Se prevé que la presa adicione 1.5 metros cúbicos por segundo (m3/s) equivalente a mil 500 litros por segundo a la oferta firme sustentable.
Durante el primero año de operación (2023), se espera extraer un gasto promedio de 1.0 m3/s, a partir del segundo año 1.5 m3/s para complementar el abastecimiento de agua potable en la zona de atención.
El beneficio social identificado es el mayor consumo de agua potable de usuarios de SADM, que contempla a habitantes de 24 municipios con una población cercana a los 4.8 millones de personas.
El documento advierte que sin la obra, el sobre aprovechamiento de las actuales fuentes de suministro ponen en riesgo no sólo su sustentabilidad, sino que es previsible que se agraven las condiciones de escasez del líquido en los 24 municipios de la zona de estudio y “para mantener una extracción sustentable, tendrá que aplicarse restricciones al consumo de agua de los usuarios, aplicando tandeos esporádicos por zonas”.
Otro de los probables beneficios tiene que ver con los precios que se cobrarán a los usuarios con toma domiciliaria. El estudio señala si bien seguirán existiendo condiciones de restricción al consumo aun con la construcción de la nueva presa, estas limitaciones se mitigan, lo cual permite lograr reducciones en el precio implícito que internalizarán cada año los usuarios domésticos.
La cortina de la Presa Libertad está proyectada con una altura de 40 metros, y una longitud de 2 mil 160 metros. Se va a construir con concreto compactado con rodillo y dispondrá de un canal de desvío, que es la obra que permitirá modificar el cauce natural del río Potosí, de manera provisional, durante el periodo de construcción de la presa, estimado en cuatro años.