maria.saldana@eluniversal.com.mx
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) externó que le preocupa que los recientes ajustes a la medición del PIB que realizó el Inegi se utilicen con fines propagandísticos o políticos.
Por esa razón, consideró importante ser veraz en la información “para planear sin preocupación de posibles desequilibrios motivados por un antecedente histórico mal calculado”. Serán los especialistas quienes confirmarán o corregirán los escenarios con la nueva metodología.
El 31 de octubre, el Inegi dio a conocer el dato del PIB al tercer trimestre, el cual se contrajo 0.2% respecto al periodo abril-junio de este año, afectado por la caída de actividades industriales y por los sismos y huracanes de septiembre pasado.
En esa ocasión, el instituto informó que cambió el año base del indicador. Antes era 2008 y ahora es 2013.
Los economistas del CEESP observaron que la modificación del Inegi provocó un ajuste a la baja en las tasas de crecimiento del país de los dos sexenios pasados, pero incrementaron el promedio de aumento del PIB para el presente, además de que no se ve una caída tan fuerte de la evolución de la inversión publica.
Si se toma en cuenta la base de precios 2008 de la forma en que se medía antes, la inversión pública reportó una caída negativa de 7.1% en lo que va de este sexenio, pero ahora con la base 2013 la contracción es menor, sólo de 5.1%, detalló el CEESP.
Como los cambios reflejan un comportamiento distinto al que se dio años atrás preocupa porque “lo que puede generar, es que los resultados sean utilizados con fines propagandísticos o políticos cuando se observa cambio de tendencia o modificacio nes de años anteriores que sugieren resultados distintos a los que se habían dado a conocer”, expusieron.
En su Análisis Económico Ejecutivo, el CEESP asegura que los organismos encargados de elaborar las cifras, como el Inegi tienen la responsabilidad de ser veraces y generar confianza sobre las cifras que emite.
El análisis del CEESP, que dirige Luis Foncerrada, informó que “el proceso de recopilación, procesamiento y presentación de la información que proporcionan los entes oficiales del país debe ser lo más confiable, basada en mecanismos técnicos más actualizados y con la capacidad de hacer encadenamientos con periodos anteriores para tener una evolución”.