Hasta noviembre del año pasado, la economía mexicana seguía acumulando señales de encontrarse en una fase recesiva, de acuerdo con los resultados del sistema de indicadores cíclicos del Inegi.
Dicho sistema está conformado por dos indicadores compuestos que se denominan coincidente y adelantado. El indicador coincidente refleja el estado general de la economía, mientras que el adelantado busca señalar anticipadamente los puntos de giro (picos y valles) del indicador coincidente, con base en la información con la que se dispone a una fecha determinada.
En noviembre de 2019, el indicador coincidente reportó un valor de 99.0 puntos, resultado de una disminución de 0.10 puntos respecto al mes anterior, con lo que acumuló 18 meses seguidos a la baja, de los cuales en los últimos 12 meses se ubica por debajo de 100 unidades, es decir de su tendencia de largo plazo.
Por su parte, el indicador adelantado se ubicó en diciembre del año pasado por arriba de su tendencia de largo plazo al observar un valor de 100.5 puntos y un incremento de 0.16 puntos con respecto a noviembre de 2019, con lo que acumula seis meses consecutivos al alza.
Lo anterior supondría que la economía estaría por revertir la tendencia negativa que ha reportado en los últimos meses, a través de una recuperación del indicador coincidente, lo que no ha sucedido desde mediados del año pasado.
Con la nueva información, tanto el indicador coincidente como el adelantado continúan presentando las mismas señales del mes anterior, informó Inegi. Mientras el indicador coincidente tiende a disminuir, el adelantado sigue aumentando.
El comportamiento del indicador coincidente en noviembre fue resultado del retroceso en cinco de los seis componentes cíclicos que lo integran. Entre los que reportan una tendencia a la baja marcada destaca el indicador global de actividad económica que acumula 20 meses consecutivos a la baja.