La reapertura de empresas no es sinónimo de reactivación económica, porque aun cuando los negocios tienen las cortinas abiertas, las ventas se encuentran entre 35% y 40% por debajo de los tiempos previos al Covid-19, dio a conocer el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) Ciudad de México, Nathan Poplawsky.
En entrevista, explicó que “no se ha quitado el riesgo de cerrar las cortinas”, porque muchos comercios, aunque operan con normalidad, tienen ventas muy bajas y la reapertura económica ha sido asimétrica, dependiendo del sector y de la zona.
Se puede decir que los comercios de la capital “operan a 50% de la capacidad instalada”, porque aún hay negocios que no han vuelto, como los salones de eventos, centros de convenciones y bares, y otros están sujetos a horarios, y se limita la cantidad de personas que pueden asistir.
Por ejemplo, aunque los restaurantes abrieron, sólo pueden operar a 30% de su capacidad, y a pesar de ello, la clientela es más baja que ese porcentaje.
Otro caso es el del Centro Histórico, en donde hay mucha preocupación por el escalonamiento de horarios y por la paulatina reapertura, porque no pueden abrir todos los días, cuesta mucho trabajo generar los ingresos para subsistir y a esto hay que sumarle la deuda que acumularon durante el confinamiento.
Además, se autorizó una apertura en condiciones que afectan gravemente a los comerciantes, porque sólo se permite abrir los negocios de un lado de la calle, lo que hace que la gente se aglutine en esa banqueta.
Por eso hay pláticas con la autoridad para que atiendan y permitan una reapertura total.
“La reapertura no es lo mismo que la reactivación económica. Abrir los negocios no garantiza, de manera automática que se vaya a lograr con la reactivación económica, por lo que ahora más que nunca es necesario contar con los apoyos que requieren las empresas y en especial las más pequeñas”, expuso Poplawsky.
El también presidente del Consejo Económico Social y Ambiental agregó que para lograr una reactivación económica exitosa se necesita que se recupere la confianza de los consumidores y se restablezca la dinámica de bienes y servicios.
“La gente sigue temerosa de asistir a los centros comerciales, tiendas departamentales y algunos negocios. Identificamos que es importante aprovechar procesos de innovación nacionales e internacionales para promover políticas públicas y agilizar los procesos administrativos”.
El panorama aún es difícil para el comercio, por ello Poplawsky, al igual que la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco) opina que el riesgo de cierres de micro, pequeños y medianos negocios sigue latente.