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La economía mexicana volvió a crecer en julio respecto a junio y acumula dos meses al alza, gracias a la reapertura de actividades y a un mayor dinamismo de las exportaciones, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Indicador Global de la Actividad Económica mostró un aumento de 5.7% en términos reales en el séptimo mes del año con relación al mes inmediato anterior, luego de que en junio había logrado un crecimiento de 8.9%. A pesar de esto, el índice está 8.5% debajo del nivel registrado en febrero, antes del impacto por la pandemia.
Entre los principales factores que impulsaron el crecimiento mensual de la economía en julio destaca la reapertura adicional de actividades domésticas, ayudando más a los servicios.
Este punto estuvo soportado también por una mejoría en los indicadores de movilidad.
Otro factor que contribuyó al mayor dinamismo económico fue la fortaleza de la demanda externa, sobre todo beneficiando a la industrial, pero también a algunos sectores de servicios con mayor orientación hacia el extranjero.
Por grupo de actividades, las terciarias —que están relacionadas con el comercio, transporte y otros servicios— se incrementaron 4.6% en julio respecto al mes inmediato anterior, después de que en junio se reportó un alza de 6.0%.
A su interior, las actividades que lograron un mayor crecimiento fueron el comercio al menudeo, con un aumento mensual de 17.6%; servicios de esparcimiento, deportivos y culturales, con 11.4%, así como los servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas, 22.6%.
Por su parte, las actividades agropecuarias repuntaron 13.9% en julio respecto al mes anterior, en lo que significó su mayor incremento mensual desde julio de 2011 y luego de que en junio habían reportado un retroceso de 5.1%.
En términos anuales, el Indicador Global de Actividad Económica registró una reducción real de 9.8% en el mes de referencia. Por grandes grupos de actividades, las industriales retrocedieron 11.6% y las terciarias cayeron 10%, mientras que las agropecuarias crecieron 10.6% con relación al mismo mes del año pasado.
Hacia adelante, la dinámica hasta ahora parece ser más de una recuperación de rebote en forma de ‘V’, aunque es importante tener más datos para evaluar esta situación, ya que los riesgos de una recuperación más prolongada en forma de ‘U’ siguen siendo relevantes.
“La actividad seguiría mejorando, pero a menor ritmo y sujeta a que se contenga la propagación del virus, lo que permitiría reactivar más industrias, que se recuperen algunos empleos, así como que se relaje el distanciamiento social”, mencionó Alejandro Saldaña, analista económico de grupo financiero Ve por Más.
En opinión del especialista, lo anterior también está condicionado al dinamismo en Estados Unidos, pues prevé que la demanda interna vea una frágil recuperación. El mayor riesgo es que no se controle la pandemia, advirtió Saldaña, y que se reapliquen medidas sanitarias y se agudicen las secuelas sobre la oferta y la demanda.
