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La economía mexicana confirma señales de un menor dinamismo al inicio del año, de acuerdo con los resultados más recientes del Sistema de Indicadores Cíclicos dados a conocer por el Inegi y que permite dar seguimiento oportuno al comportamiento de la actividad productiva.
Dicho sistema está conformado por dos indicadores compuestos. El indicador coincidente, que refleja el estado general de la economía, y el indicador adelantado, el cual busca señalar anticipadamente los puntos de cambio del indicador coincidente, con base en la información con la que se dispone de sus componentes a una fecha determinada.
En enero de 2019 el indicador coincidente se ubicó por debajo de su tendencia de largo plazo (100 unidades) al registrar un valor de 99.3 puntos y una variación negativa de 0.15 puntos respecto al mes anterior, con lo que acumula nueve meses consecutivos a la baja.
Por su parte, el indicador adelantado se posicionó en febrero de 2019 por arriba de su tendencia de largo plazo al observar un valor de 100.1 puntos y una disminución de 0.02 puntos con respecto al pasado mes de enero, sumando seis meses seguidos a la baja.
El enfoque de “Ciclo de crecimiento” identifica las desviaciones de la economía respecto a su tendencia de largo plazo. Por tanto, el componente cíclico de las variables que conforman cada indicador compuesto se calcula como la desviación de su respectiva tendencia de largo plazo y la del indicador compuesto se obtiene por agregación.
El comportamiento del indicador coincidente en enero fue resultado de la evolución de los componentes cíclicos que lo integran. En este caso, cinco de los seis componentes que lo integran reportaron un retroceso.
Entre estos destaca el índice de ingresos por suministro de bienes y servicios al por menor, el cual reportó una disminución de 0.21 unidades respecto a diciembre, con lo que acumula ocho meses consecutivos a la baja. Por el contrario, el único componente del indicador coincidente que se mantuvo en terreno positivo fue la tasa de desocupación urbana, con un aumento mensual de 0.20 unidades.
Por su parte, los seis componentes del indicador adelantado reportaron un retroceso durante febrero, entre los que destaca la tendencia del empleo en las industrias manufactureras, que registró un retroceso de 0.17 unidades, con lo que lleva tres meses seguidos de disminuciones.
Cabe agregar que adicionalmente a los componentes de los indicadores del sistema cíclico, se toman en cuenta el desempeño del indicador de confianza empresarial y el índice de confianza del consumidor, que reportaron incrementos durante el segundo mes del año, manteniéndose en terreno positivo desde mayo del año pasado.
En términos generales, la perspectiva de la economía mexicana para este año no es muy favorable. Las expectativas de los analistas del sector privado sobre el incremento del Producto Interno Bruto en 2019 han venido disminuido, al pasar de 2.2% en septiembre pasado a 1.5% en marzo de este año, de acuerdo con los resultados de la encuesta que levanta Banco de México.
Recientemente, las propias autoridades monetarias redujeron sus expectativas de crecimiento económico para este año de 2% a 1.6%, lo que en opinión de algunos analistas es un escenario más realista, en un contexto externo e interno más difícil para el país.