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Al inicio del tercer trimestre del año, la economía mexicana sigue acumulando señales de encontrarse en una fase de desaceleración en camino de una recesión, de acuerdo con los datos del Sistema de Indicadores Cíclicos dados a conocer por el Inegi.
El sistema está conformado por dos indicadores compuestos que se denominan coincidente y adelantado. El indicador coincidente refleja el estado general de la economía, mientras que el adelantado busca señalar anticipadamente los puntos de cambio del indicador coincidente, con base en la información con la que se dispone de sus componentes a una fecha determinada.
Cuando el ciclo de crecimiento disminuye a partir de un punto máximo y se ubica arriba de su tendencia (los 100 puntos), la economía se hallaría en franca desaceleración.
Sin embargo, cuando el ciclo de crecimiento sigue disminuyendo y se ubica debajo de las 100 unidades (su tendencia de largo plazo), la economía entra en fase recesiva. Lo anterior dependerá de cuánto se mantenga esta tendencia a la baja, menor a los 100 puntos. En México, el promedio son 18 meses.
El indicador adelantado confirma esta tendencia a la baja al reportar una disminución de 0.03 puntos en agosto respecto a julio, con lo que acumula 11 meses de retrocesos, cerrando el octavo mes del año por primera vez debajo de las 100 unidades.
El Inegi explica que con la nueva información dada a conocer tanto el indicador coincidente, como el adelantado registraron un comportamiento similar al difundido el mes precedente.
El enfoque de “Ciclo de crecimiento” identifica las desviaciones de la economía respecto a su tendencia de largo plazo. En este caso, el indicador coincidente profundiza su contracción, alejándose de los 100 puntos.
