La economía mexicana logró crecer 0.2% durante los primeros tres meses del año, pero por debajo del nivel de 0.4% estimado por especialistas, debido principalmente a la contracción de la industria y el sector agropecuario, mostraron los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) dados a conocer ayer por el Inegi.
Este resultado, aunque mayor que el avance de 0.1% del cuarto trimestre del año pasado, está muy por debajo del incremento promedio trimestral que se logró durante 2023, de 0.6%. A tasa anual, el PIB aumentó 2.0% con cifras desestacionalizadas, luego del crecimiento de 2.5% en el periodo inmediato anterior, explicaron especialistas de CitiBanamex.
Pese a lo anterior, la actividad hiló 10 trimestres de mejoría, logro no observado desde el periodo 2009-2013, cuando sumó 15 trimestres al alza, comentaron analistas de Banorte, quienes advirtieron sobre el desempeño heterogéneo, contrastando con los datos de la mayoría de 2023, que mostraban mejoras más generalizadas.
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El próximo 23 de mayo el Inegi publicará las cifras revisadas del PIB correspondientes al primer trimestre del presente año, con un desglose más completo.
Desempeño mixto
De las tres grandes divisiones que integran la economía, se estima que la única que habría logrado un crecimiento de su PIB serían los servicios, con un alza en el periodo enero-marzo de 0.7%, tasa trimestral superior a la de 0.3% observada en el lapso previo.
Es probable que la fortaleza en el mercado laboral, con el desempleo cerca de mínimos históricos, haya dado soporte al consumo privado y a la demanda por servicios, comentó Alejandro Saldaña, economista en jefe de grupo financiero BX+.
Por el contrario, el PIB industrial habría registrado un decremento de 0.4% en el periodo de referencia, con lo que estaría ligando dos trimestres consecutivos a la baja.
Los datos disponibles al momento muestran que persistió la debilidad en la industria de la minería, con el componente petrolero a la baja y volatilidad en los servicios relacionados con el sector. La actividad de la construcción fue mixta, con tintes de moderación en la edificación. No obstante, persiste cierto impulso en ingeniería civil relacionado a los proyectos impulsados por el gobierno federal.
De manera más positiva se comportaron las manufacturas, beneficiándose de mayor fortaleza en Estados Unidos y una normalización en las cadenas de suministro.
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Por su parte, las actividades agrícolas, pecuarias, forestales y pesqueras habrían registrado una caída de 1.1% en el primer trimestre del año, tras retroceder 1.0% en los últimos tres meses del año pasado.
Así, en el periodo comprendido entre enero y marzo de 2024, a tasa anual y con cifras originales, la estimación oportuna del producto interno bruto tuvo un crecimiento de 1.6%, la cifra más baja desde el primer trimestre de 2021.
Por división económica, las actividades agropecuarias reportaron un alza de 0.6%; las industriales, 0.8%, y en las relacionadas con los servicios, 2.2%.
Piedras en el camino
La conclusión de obras públicas y la expectativa de un consumo resiliente (bajo desempleo, adelanto apoyos sociales) serán soportes para la actividad económica en el corto plazo, estimó Saldaña.
Sin embargo, para el segundo semestre el especialista asume que se perderá parte del impulso asociado a la inversión pública, mientras que la inversión privada seguirá lidiando con altas tasas de interés, pues estima que estas bajarán lentamente respecto a lo proyectado.
Como consecuencia de un menor crecimiento en la inversión, se observaría menos fuerza en el empleo, la confianza y el gasto de los hogares, factores que continuarán enfrentando una inflación y costos financieros algo elevados.
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En vista de las cifras económicas más recientes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja hace un par de semanas, en la última actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial, el crecimiento económico estimado para México, pasando de 2.7% en la proyección de enero, a 2.4%.
Además del evidente deterioro en la actividad desde la segunda mitad del año pasado, se debe considerar que la economía enfrenta un clima de alta incertidumbre por los procesos electorales en México y Estados Unidos, advirtieron expertos de Grupo Financiero Base.
Asimismo, alertaron sobre la expectativa de una drástica disminución en el gasto público en 2025, especialmente en la inversión en infraestructura.