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Cientos de empleados de confianza de varias oficinas locales del Servicio de Administración Tributaria (SAT) fueron notificados que estaban despedidos a causa del programa de austeridad presupuestal.
A través de una circular leída por un empleado de base a trabajadores del órgano recaudador de impuestos de Guanajuato, Veracruz, Guerrero y la Ciudad de México, se les avisó que por órdenes del gobierno federal terminaba su contrato.
EL UNIVERSAL buscó al SAT para confirmar la información y no hubo ninguna respuesta.
En su cuenta de Twitter, la nueva jefa del SAT, Margarita Ríos-Farjat, no comentó nada al respecto, ni se reportó algo en la cuenta oficial del brazo fiscal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Incluso, el pasado martes se tenía programado que Ríos-Farjat daría un mensaje al personal en las oficinas centrales con motivo de las festividades decembrinas; sin embargo, fue cancelado.
Tampoco estuvo en el sorteo fiscal de El Buen Fin que se realizó el miércoles 19 de diciembre, que tradicionalmente encabeza el titular del organismo fiscalizador junto con el secretario de Hacienda.
Los despidos dejaron en duda quién se encargará ahora de la recaudación de impuestos, porque en la mayoría de las oficinas estatales los trabajadores son de confianza.
Los despidos empezaron en las administraciones locales y seguirán hoy en la Ciudad de México.
Los casos. En Guanajuato, al menos 200 trabajadores de la sede Irapuato fueron despedidos por un representante de las oficinas centrales. Por la mañana, a los empleados se les pidió firmar su renuncia, y se les dijo que si no lo hacían de cualquier forma serían cesados.
La razón del despido, de acuerdo con lo que se les informó, fue que se cerrarán las oficinas del SAT de Irapuato a partir de este viernes 21 de diciembre, como parte de la política de austeridad del gobierno.
En Veracruz, en las instalaciones de Poza Rica una persona de oficinas centrales del SAT, quien nunca dio a conocer su nombre y cargo, informó a los empleados el término de la relación laboral, causando baja como trabajador de confianza.
Ante las quejas de los despedidos, esta persona aseguró que no tenía la información ni la autoridad para responder respecto a los finiquitos a los que pudieran tener derecho.
En Michoacán, también hubo bajas; los afectados aseguraron que fueron obligados a firmar un formato de renuncia. Una de las personas perjudicadas informó a EL UNIVERSAL que esos despidos obligados se registraron en los municipios de Uruapan, Zamora, Lázaro Cárdenas y Morelia. Hasta este momento, aseguró, 204 personas fueron separadas de sus cargos.
En Tamaulipas, un total de 63 empleados del SAT de Matamoros también fueron despedidos; les argumentaron que el recorte se debe a que sus plazas no están contempladas en el presupuesto.
En la delegación de los Mochis, Sinaloa, al menos 40 trabajadores se quedaron sin empleo.