En 2018, de los 33.3 millones de viviendas habitadas en el país, 70% fue construido por sus propios dueños y sólo 30% fue comprado, de acuerdo con el Reporte Anual de Vivienda 2019 del Infonavit.
Estos datos muestran la baja profundidad del sistema financiero para la adquisición de una casa, lo que lleva a las personas a optar por la autoconstrucción, financiada con sus propios recursos.
El 63% de las viviendas habitadas por sus dueños fue financiado con recursos propios y 37% restante, a través de un crédito.
“Esto está asociado con la capacidad de acceso de la población al sector financiero. Al considerar las viviendas que fueron financiadas a través de un crédito, un porcentaje significativamente alto, 28%, lo hizo a través de un producto informal”, señala el reporte.
El documento detalla que los hogares de mayores ingresos se concentran en regiones urbanas donde la compra de una vivienda resulta menos asequible, dada la escasez de tierra disponible. Aunque la casa rentada puede ofrecer la flexibilidad necesaria para acercarse a una fuente de empleo, cuya ubicación puede cambiar.
Los hogares que pertenecen a los deciles más altos de ingresos hacen mayor uso del crédito para adquirir su vivienda, ya que tienen un acceso más amplio a la seguridad social y al sistema financiero.
El porcentaje de la población con bajos ingresos que se hace de una vivienda mediante el esquema de autoconstrucción es de 93.5%.