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Si el Estado se dedica a cancelar oportunidades de inversión para el sector privado, provocará que las calificadoras modifiquen la expectativa crediticia del país, lo que también pone en riesgo la nota soberana, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
La decisión de que el gobierno sea quien se haga cargo de la construcción de la refinería de Dos Bocas genera preocupación, porque se elimina la participación de un supervisor experto en la obra por la intervención del Estado en sectores estratégicos, por el freno a la reforma energética y por lo limitado de los recursos públicos, añadió en el Análisis Económico Ejecutivo semanal.
Por otro lado, no hay certeza de que los proyectos gubernamentales “tengan rentabilidad social y económica, especialmente cuando no hay estudios beneficio-costo que confirmen su viabilidad”, a pesar de que se requieren por ley.
Además de que aumenta la incertidumbre ante los eventos y anuncios contra la participación de la inversión privada. Por lo anterior, la decisión de declarar desierta la licitación para construir esa refinería, y que Pemex y la Secretaría de Energía se responsabilicen de las obras, generan dudas de rentabilidad del proyecto, destacó.