La Cámara de Diputados ignoró al Banco de México (Banxico), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a especialistas, quienes prendieron las alertas sobre el elevado déficit fiscal para 2024, que pondrá en riesgo las finanzas públicas y la calificación crediticia del país.
En la madrugada del pasado viernes, con la mayoría de Morena en esa Cámara, se avaló un déficit fiscal de 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB) y un endeudamiento de 1.9 billones de pesos.
A lo anterior, advirtieron expertos, se suma el mayor apoyo aprobado para Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la Ley de Ingresos de la Federación para el próximo año.
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La Cámara de Diputados avaló por mayoría una propuesta presentada de último momento para bajar de 40% a 30% la tasa del derecho de utilidad compartida (DUC) que debe pagar Pemex, frente al 35% de la iniciativa original.
Al respecto, la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, señaló que la prioridad del gobierno ha sido Pemex.
Es evidente que es un “barril sin fondo”, dijo a EL UNIVERSAL, porque mientras no se arregle el modelo de negocios de la petrolera, seguirá consumiendo recursos de las finanzas públicas y poniendo en riesgo la calificación crediticia de riesgo soberano.
Sobre todo, enfatizó Siller, porque el dinero no es infinito y hay un alto endeudamiento presupuestado para el siguiente año. Así, se están otorgando más recursos a una entidad que no da resultados, ponderó.
Estableció que, si bien el derecho que paga Pemex bajará en este gobierno de 66% a 30%, con eso no se arregla el modelo de negocios.
Lo que Pemex debe hacer, agregó, es vender activos estratégicos para pagar parte de su deuda y tener una administración más delgada, bajando costos operativos.
Incluso, Siller también alertó que con el apoyo que se aprobó para la CFE “se está creando una bomba de tiempo”.
¿Violación a la ley?
La directora general de México Evalúa, Mariana Campos, dijo que luego de que los diputados no tomaron en cuenta las opiniones del FMI, Banxico y analistas, la Ley de Ingresos no tendrá problemas para también ser aprobada en el Senado.
En el caso del endeudamiento, existe un tema constitucional, porque la ley dice que la deuda no puede destinarse a gasto corriente, sino a inversión de obras.
Recordó que hay antecedentes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), porque en el sexenio anterior algunos senadores de oposición, incluido Mario Delgado, ahora presidente de Morena, reclamaron incluir en la redacción de la Ley de Ingresos que con el endeudamiento se va a cubrir la diferencia entre ingresos y gastos.
Además, buscaron impulsar una acción de inconstitucionalidad y la SCJN respondió que, dado que en ese momento el endeudamiento correspondía a la cantidad de inversión, no procedía. Sin embargo, la Suprema Corte ponderó que si los montos hubieran sido distintos, habría procedido el reclamo.
Campos consideró que, si bien ya existe ese antecedente, se ve difícil políticamente que avance una acción de inconstitucionalidad por la situación que vive la SCJN.
También porque, si se recorta el déficit, hay que ver hacia dónde se van los recursos y, por otro lado, los partidos de oposición enfrentan costos políticos en año electoral.
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Por eso, anticipó que será muy complicado que haya cambios en el Senado sobre lo que aprobó la Cámara de Diputados.
Afirmó que, definitivamente, se ha incrementado el riesgo fiscal en México, y esto tiene que ver con varios factores.
Uno de ellos es que los ingresos han crecido poco en esta administración y, al mismo tiempo, aumentan muchos gastos y el costo financiero, así como las transferencias hacia Pemex y obras insignia, que han generado sobrecostos.
Oídos sordos
El especialista de Integralia Consultores, Carlos Ramírez, coincidió en que se descarta que los senadores modifiquen algo, y lo más seguro es que “no le muevan ni una coma”, al igual que al presupuesto para 2023.
“Es la misma historia de siempre: no hay una discusión de fondo, el partido gobernante no escucha”, expresó. Por eso, afirmó que el ciclo económico está del lado del gobierno, permitiéndole sortear o cubrir los huecos.
Sin embargo, los ciclos cambian y el panorama puede tornarse adverso, de forma que la siguiente administración tendría que “pagar los platos rotos”, advirtió.
“El viento en este momento probablemente le da oportunidad al gobierno para cerrar sin gran sobresalto, pero lo preocupante es la administración que sigue, porque tendrá que hacer un ajuste brutal en el arranque con el riesgo de una recesión en Estados Unidos”, alertó.