El objetivo de reactivar los trenes de pasajeros antes de que termine este gobierno se ve difícil, ya que los estudios de viabilidad pueden tardar hasta un año.
“En estos estudios se tendrá que ver qué estaciones son las adecuadas y no son necesariamente las que ya había para responder a las necesidades de los pasajeros, porque la carga y pasajeros no se mueven igual y eso es muy importante tenerlo visto antes para no tener contratiempos en los servicios”, explicó Manuel Gómez Parra, director de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
La realización de los estudios de factibilidad puede durar entre seis meses y un año, dijo.
“Lo que podrán presentar [las empresas concesionarias ferroviarias] en dos meses será un plan para hacer esos estudios, son inversiones muy fuertes que requieren de una planeación adecuada y sobre todo, determinar los volúmenes de demanda, los puntos de origen y destino, que puedan ya calcular alguna rentabilidad económica”, añadió el funcionario.
El miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su administración dejará “todo arreglado” para que su sucesor pueda concretar la propuesta.
“En un sexenio alcanza para tener todos los trenes en el país. Se tiene lo principal, se tienen las vías. Aquí es movernos en las vías existentes, nada más modernizarlas”, añadió el Mandatario.
El gobierno federal busca recuperar este servicio que se perdió cuando los ferrocarriles se concesionaron a privados a finales de la década de los 90, por lo que publicó un decreto que apremia a las empresas a presentar el próximo 15 de enero una propuesta para siete rutas, primeramente.
Óscar del Cueto, presidente de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF), anticipa que las empresas Grupo México y Canadian Pacific Kansas City preparan su respuesta al Primer Mandatario.
“El decreto sólo confirma, digamos, lo que ya teníamos en nuestras concesiones que era precisamente el servicio de pasajeros, y bueno, lo que se está hablando es precisamente de presentar una respuesta para el 14, 15 de enero con, a lo mejor, una aceptación o un plan de implementación en algunas de estas rutas, obviamente hay que hacer estudios para este reto, que es lo que estamos trabajando hacia el interior las empresas ferroviarias”, apuntó el ejecutivo.
Las empresas ferroviarias agrupadas en la asociación han invertido más de 14 mil millones de dólares en la modernización de las vías y la adquisición de equipo de arrastre moderno.
Estas inversiones le han permitido a este modo de transporte movilizar cerca de 130 millones de toneladas de bienes, como son petrolíferos, autos nuevos, autopartes, electrodomésticos, materiales de construcción, y alimentos. Actualmente estas empresas movilizan 25% de la carga terrestre en el país y han mejorado la calidad de los servicios desde su privatización.
Sin embargo, el otorgamiento de estas concesiones terminó con la movilización de vagones de pasajeros en los más de 23 mil kilómetros de vías que hay en el país.
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Declive y resurgimiento
En 1990, Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales) movilizó en todo el país a más de 17 millones de pasajeros en sus vagones, pero, con su cierre, el movimiento se redujo hasta 237 mil viajeros sólo en rutas cortas y turísticas.
Ya en este siglo, con la puesta en marcha del Ferrocarril Suburbano desde Buenavista desde la Ciudad de México, hasta Cuautitlán, en el Estado de México, el tráfico se ha ido incrementando de 9 millones en 2008 a casi 58 millones en 2018, incluyendo otros servicios turísticos, como el Chepe y el Tequilero de Ferromex.