Alejandro Díaz de León afirmó que no deja como pendiente el tema de la inflación a escasos días de concluir su gestión en el Banco de México (Banxico), puesto que debe ser un reto permanente para todo gobernador central.
Para dormir tranquilo, dijo que para quien dirija Banxico es clave saber identificar el entorno cambiante para hacer un buen diagnóstico de lo que ocurre.
“Cuando se tiene un diagnóstico certero de lo que está pasando en la economía nacional y mundial, puede ser más atinado en lo que se decida”, opinó.
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Sin embargo, reconoció que en una situación sin precedente, con incertidumbre y choques externos, siempre es muy complejo identificar y tener una buena evaluación de las condiciones y el contexto que se enfrenta.
En entrevista con EL UNIVERSAL a unos días de que termine su periodo como gobernador de Banxico, iniciado en diciembre de 2017, consideró que la evaluación de su trabajo no le corresponde hacerla a él.
Esgrimió que en tiempos complicados, como lo ha sido la pandemia de Covid-19, era difícil anticipar que, de una inflación de 3.5% en diciembre de 2020, en 12 meses, por presiones globales, se ubicaría arriba de 7.3%, como terminó el mes pasado.
“La inflación no es una asignatura pendiente, es un reto permanente; siempre el banco central tiene que estar preocupado por la inflación”, recalcó.
El banco central siempre va a estar sujeto a riesgos inflacionarios de todo tipo, precisó.
Autonomía y pandemia
El Banco de México no sólo encara uno de los episodios inflacionarios más retadores de la historia, pues también se puso a prueba su autonomía y fortaleza en medio de la pandemia.
Con la prudencia que lo ha caracterizado, Díaz de León, economista egresado del ITAM con maestría en Administración Pública por Yale, evitó personalizar o darle nombre a protagonistas con los que hubo diferencias.
“Creo que, a partir del diálogo y la explicación, se pueden alcanzar mejores soluciones. Y en este caso, agradecido por esa oportunidad de reflexión y expresar los puntos del banco en ese tipo de debate”, expresó.
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No se lleva todos los créditos al hablar del desafío que representó la pandemia para Banxico.
“Para todos en el banco implicó una situación y un reto sin precedentes, como mantener la continuidad operativa, tanto en operaciones de mercado abierto, que se hacen todos los días en el SPEI, que funciona las 24 horas, los siete días de la semana, como mantener la inversión de las reservas”, puntualizó.
Además, no dejaron de salir las publicaciones de informes, las decisiones de política monetaria y contener la afectación en el sistema financiero.
La medicina
Sobre si Banxico se ha visto muy tímido al reaccionar en la mayor parte de las decisiones con dosis menores para ajustar la tasa de referencia para encarecer el costo del dinero frente a una inflación de 7.37%, que es la más alta en 20 años, el gobernador central defiende la actuación de la Junta de Gobierno.
“No es nada más quién sube más o quién ajusta más; también hay que ver cuál es el nivel de tasas de interés que se tiene. El año pasado Banxico fue muy prudente en las reducciones de tasas de interés, y se quedó con un nivel que era superior al que tenía la mayoría de países de la región”, explicó.
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Argumentó que si bien los bancos centrales en América Latina hoy comparten los mismos desafíos, cada uno los sortea de manera particular.
“Cada país tiene su reto inflacionario y necesita, por así decirlo, una medicina que puede ser diferente”, afirmó.