En México, las solicitudes de invenciones ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) del 2021 al 2023 registraron un descenso, lo que no es falta de creatividad sino de cultura, de acuerdo con un experto.
Las solicitudes de patentes, diseños industriales y modelos de utilidad en el 2021 ascendieron a 20 mil 796, en 2022 bajó a 20 mil 747 y en 2023 las peticiones sumaron a las 20 mil 127.
La mayor baja se registró en solicitudes de patente y en modelos de utilidad, mientras que en diseños industriales hubo un incremento, de acuerdo con el IMPI, dijo a EL UNIVERSAL.
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“Falta de inventiva no es, los mexicanos nos caracterizamos por ser creativos e innovadores y por resolver con pocos recursos; es un tema cultural y es un tema de darle valor a la parte inventiva”, dijo el vicepresidente de Franquicias, Marcas y Propiedad Intelectual de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Enrique Alcázar Córdova.
Hoy que es Día Internacional de la Propiedad Intelectual, el también presidente de Alcázar & Compañía afirmó que para solicitar y registrar una patente hay que hacer todo un trabajo y reconocer que un invento que sea patentable tiene que ser nuevo, ser resultado de un proceso científico o de investigación y que sean susceptibles de aplicación industrial.
“Estos procesos requieren recursos, laboratorios. Dentro del sector privado hay áreas de investigación, pero dentro de los sistemas educativos cada vez hay menos recursos y presupuesto y hay una parte que tiene que ver con las políticas públicas para incentivar la adopción tecnológica y que fomenten la protección de estos derechos”, añadió.
Sin embargo, comentó que mientras en otros países hay presupuesto para innovación y desarrollo. en México es algo que pasa hasta quinto término, a pesar de lo importante que es la innovación.
Alcázar Córdova dijo que “hoy por hoy a nivel mundial el 70% del valor de los negocios es activo intangible y solo 30% es activo físico”.
Actualmente hay activos intangibles que tienen valor para las empresas como marcas, patentes, derechos de autor y también contratos de licencia, franquicias, branding, mercadotecnia, posicionamiento de la marca, prestigio, reputación, que son parte de los activos, por lo que hay metodologías para valuarlos.
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Incluso se pueden dejar como garantía o se pueden embargar, porque se pueden reconocer dentro del capital social estos valores; que son muy diferentes a los activos tangibles como equipamiento, inmuebles y vehículos, entre otros.
Por ello, Alcázar Córdova dijo que se debe trabajar fuertemente en una cultura de comunicación, para que la gente sepa que debe de proteger esos activos intangibles mediante el registro de derechos de propiedad, de que tiene que registrar marcas, inventos.
Hay que protegerlos para evitar que algún tercero lo use sin consentimiento y pueda ejercer sus derechos.
Sin embargo, en las grandes empresas es parte de su política y estrategia e incluso hay políticas para identificar los activos intangibles; en las medianas empresas es menos común, aunque hay mayor conciencia de que éstos existen, pero los pequeños negocios consideran que con registrar una marca ya la hicieron, por ello hay que trabajar más en crear conciencia y una cultura de la protección.
sp/apr