Los riesgos internos y externos deterioran el panorama económico de Latinoamérica y México, región que verá en 2024 menor crecimiento, de acuerdo con el informe Situación y perspectivas de la economía mundial (WESP) 2024 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En videoconferencia, el Oficial de Asuntos económicos del Departamento de Naciones Unidas de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), Sebastián Vergara, dijo: “El año 2024 no va a ser fácil para la economía mexicana, el crecimiento que proyectamos es que se va a desacelerar de un 3.5% en 2023 a 2.3% en el 2024 y esto tiene que ver por factores internos y externos".
Sobre los factores externos que impactan a México comentó que está “la desaceleración estadounidense y en lo interno va a haber un menor crecimiento de la demanda agregada y especialmente de la inversión. En el 2023 la inversión tuvo un desempeño especialmente fuerte y estamos creyendo que en 2024 este crecimiento no se repetirá será más moderado”.
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Con respecto al impacto de las elecciones sobre la economía de México en este 2024, comentó que no ven que "vayan a tener un impacto significativo, porque en México la incertidumbre está acotada”.
En el estudio, la ONU afirmó que se observa una “tibia expansión económica de Estados Unidos y China en 2024 podría afectar a las exportaciones, las remesas y las entradas de capital”, lo que significará desaceleración para las economías.
En cuanto a las amenazas internas están: los impactos del clima en la economía, como el fenómeno de El Niño, lo que “podría perturbar la actividad económica y desencadenar nuevas presiones inflacionarias”.
Considerando lo anterior, para 2024 el crecimiento del PIB de América Latina será de 1.6%, cifra menor al 2.2% de 2023; en México se espera un crecimiento de 2.3% en este año, luego del 3.5% en que se estima cierre 2023; en tanto que Brasil bajará de 3.1% a 1.6% de 2023 a 2024.
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La ONU aseguró que “si bien la inflación está retrocediendo en varias economías, el limitado espacio de políticas macroeconómicas y las débiles inversiones seguirán obstaculizando la capacidad de la región para abordar los desafíos sociales y el cambio climático”.
Los mercados laborales registran afectación porque aunque la inflación disminuye, se espera un menor ritmo de la actividad económica.
“Debido a las tempranas y agresivas subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, la caída de los precios de los alimentos y la energía y la retirada de las medidas de estímulo de la era de la pandemia, la inflación ha continuado disminuyendo. Se prevé que la inflación regional anual, excluidas Argentina y la República Bolivariana de Venezuela, caiga del 6.8 % en 2023 al 4.3 % en 2024”, expuso la ONU.
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