Hasta junio pasado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de Energía (Sener) habían identificado 15 riesgos con mayor severidad que podrían afectar los trabajos de la nueva refinería y que fueron expuestos al Consejo de Administración para prever posibles soluciones.

En el proceso de aprobación del Caso de Negocio Refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, Acreditación FEL II, llevado a cabo ese mes, se presentó un análisis de riesgo de desviación de plazo, monto, alcance y calidad durante la ejecución de la obra.

Los cinco riesgos más relevantes de acuerdo con los especialistas de Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) que lideran el proyecto son: errores en la estimación de recursos; falta de definición técnica, dictamen técnico correcto de los equipos; deficiencias en la planeación del proyecto; permisos federales, estatales y locales, y deficiencias o cambios en las bases de usuarios.

Sin embargo, funcionarios involucrados en el proyecto explicaron que con la aprobación y desarrollo de la etapa FEL II, “se confirmó la factibilidad técnica, económica, legal, ambiental y regulatoria de la refinería, y se trabaja en evitar esos riesgos”.

Comentaron que esta etapa comprende actividades como la continuación del proceso de procura de equipo crítico y de largo tiempo de entrega, la conclusión de la ingeniería básica y el desarrollo de las ingenierías para conversión, obtener el requerimiento de información de proveedores de equipos y materiales no críticos, además de la participación en los procesos de selección de equipos y materiales.

“Esto reduce los riesgos potenciales, considerando que el equipo del proyecto es responsable de supervisar el desarrollo de los trabajos de estudios, ingenierías y preparación de sitios con el apoyo del IMP (Instituto Mexicano del Petróleo), seleccionar a proveedores de bienes y servicios, contratar a las empresas que llevarán a cabo el desarrollo del proyecto y supervisar que el alcance contratado se lleve a cabo y se cumplan los requisitos de tiempo, costos, calidad y operatividad,entre otros”, explicaron.

Otros riesgos identificados fueron deficiencias en la coordinación de ingeniería, deficiencias de programación, falta de planeación o planeación no realista por contratistas, alargamiento de asignaciones del personal que hará la gestión y estrategia de procura inadecuada.

También se detectaron riesgos sobre equipos deficientes, rotación de integrantes del equipo de proyecto, deficiencias en supervisión interna, limitaciones del equipo de construcción utilizado y cambios en tecnología que impliquen ajustes a la ingeniería.

En total, Pemex TRI logró identificar 106 riesgos que podría enfrentar la nueva refinería como proyecto integral.

De hecho, el IMP diseñó una licitación para contratar servicios de asistencia de una o varias empresas de “reconocido prestigio internacional” para detectar riesgos y proponer estrategias y acciones a afecto de mitigarlos .

El proyecto de licitación Servicio de Asistencia Técnica para la Elaboración de un Diagnóstico Relacionado con la Ejecución del Proyecto de la Refinería en Dos Bocas, Tabasco, que solicitaría la Dirección de Finanzas y Administración y la Gerencia de Proveeduría y Servicios, se diseñó para contratación de los servicios de asistencia técnica al IMP para la realización un diagnóstico, que cuente con aval de una empresa de prestigio internacional, para la determinación del estado del proyecto Refinería Dos Bocas.

El propósito de esa licitación era determinar el grado de desarrollo que tiene el alcance del proyecto, identificando cada uno de los elementos críticos, con el fin de determinar posibles factores de riesgo y proponerse estrategias y acciones a efectos de mitigarlos que había desarrollado hasta junio.

Al final, esta licitación fue cancelada con la aprobación del FEL II del proyecto por parte del Consejo de Administración de Pemex, explicaron las fuentes oficiales consultadas.

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