Como erróneo y desproporcionado fue calificado el comentario del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo ayer que los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) eran elegidos por empresas del sector privado.
Esa percepción es errónea, aseguró Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI).
“El procedimiento está en el artículo 28 y se sabe que la administración pública, el gobierno, nombra la terna o quinteta, y al final es el Presidente quien decide, no la iniciativa privada. Más bien hay un tema de discrecionalidad, la última decisión es pública, no privada”, afirmó.
Durante la conferencia matutina de este lunes, el presidente López Obrador explicó que en su primera elección de comisionado del IFT, del año pasado, seleccionó al de mayores calificaciones.
“Resulta que este consejero había sacado buenas calificaciones siempre pero nunca llegaba porque todo estaba hecho a la medida, al final de cuentas no sólo intervenían los servidores públicos, sino del sector privado, y ellos eran los que al final de cuentas nombraban. Entonces todo eso tiene que ir cambiando, lleva tiempo”, afirmó.
El año pasado, Ramiro Camacho fue elegido para formar parte del pleno del IFT.
Bravo agregó que si al mandatario no le gusta el procedimiento, lo cual es legítimo, “que cambie la Constitución y cree un procedimiento distinto al que existe”.
Jorge Fernando Negrete, presidente de Digital Policy and Law, señaló que el comentario del Presidente fue desproporcionado.
“No veo que una empresa del sector de telecomunicaciones haya puesto a comisionados”, aseguró, pues todas han sido reguladas.
Negrete indicó que el comentario de López Obrador es extraño y, por el contrario, la primera generación de comisionados que tuvo el IFT fue espléndida. “Obsequió debate, reflexión, análisis, desplegó una regulación novedosa y las capacidades del órgano regulatorio más complejo de América Latina”, dijo.
Ahora el IFT necesita una generación que tenga como objetivo lograr las inversiones que México necesita para enfrentar los retos de 5G y generar inclusión digital, agregó.
María Elena Estavillo, excomisionada del IFT, opinó que la crítica, para que sea útil, debe ser fundada y constructiva.
“El esquema de selección de comisionados para el IFT y la Cofece tiene muchas ventajas frente a los de otras autoridades: claridad, contrapesos, perfil técnico”, subrayó.
Los órganos autónomos deben ser independientes del poder económico, pero también de los intereses políticos. “De ahí su importancia de defender su carácter técnico”.
Estavillo subrayó que el proceso de selección del Comité de Evaluación está pensado en asegurar el perfil técnico de los comisionados, por eso debe mantenerse, mejorarse y ser fortalecido.
Fernando Borjón, también excomisionado del IFT, comentó que desconoce la fuente del Presidente, pero en su experiencia “no fue mi caso, ni el de mis colegas”.
Este año se decidió que sólo mujeres participaran en el proceso de selección para sustituir a Gabriel Contreras, próximo en terminar su periodo, pero ninguna de las que aplicaron tuvo el puntaje para formar la terna que enviaría el Comité de Evaluación a López Obrador.
Por ello, el comité lanzó una nueva convocatoria para que hombres y mujeres interesados en ser comisionados del instituto se inscriban y realicen los exámenes.
El IFT se creó en 2013 y el pleno elegido entonces estaba formado por Gabriel Contreras, Adolfo Cuevas, Mario Fromow, Adriana Labardini, María Elena Estavillo, Ernesto Estrada y Luis Fernando Borjón.
Luego se integraron Javier Juárez, Arturo Robles y Sóstenes Díaz, además de Ramiro Camacho.