Nos cuentan que, si ya preocupan las primeras cifras sobre el impacto del coronavirus en el empleo, en las próximas semanas pueden ser alarmantes. De acuerdo con PwC, 39% de las empresas en México deberá reducir su plantilla. Según una encuesta a directivos de finanzas en México y Estados Unidos, siete de cada 10 firmas esperan un nocaut a su operación. Habrá que ver de qué forma responderán las secretarías de Hacienda, de Arturo Herrera, y del Trabajo, de Luisa Alcalde, ya que es inminente un fuerte repunte en el desempleo.
Antes del Covid-19, por estas fechas del año ya era tiempo de rebajas de expectativas económicas. Ahora se volvió una temporada de desplomes, y tomó a la economía mexicana en pleno estancamiento previo al coronavirus. Ya lo hicieron el Banco Mundial, de David Malpass; el BID, de Luis Alberto Moreno, y hoy lo hará el FMI, de Kristalina Georgieva, con la publicación de su informe insignia de expectativas económicas mundiales, en el cual seguramente México no saldrá bien parado, y eso que apenas va el primer trimestre.
La negativa del gobierno a apoyar a empresas las llevó a buscar en los estados, y algunos respondieron. A los zapateros de Guanajuato, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez les ofreció un fondo de 800 millones de pesos para préstamos, para que no despidan trabajadores. En la CDMX, el presidente de la Canaco, Nathan Poplawsky, dijo que se pidió apoyo a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, pero hasta ahora no basta. La IP insiste en que el problema requiere apoyo del gobierno federal.