Frente a la desaceleración económica y la creciente incertidumbre derivada de la confrontación entre los poderes Ejecutivo y Judicial, uno de los principales retos para el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum será reducir la incertidumbre y recuperar la confianza en el país a inversionistas nacionales y extranjeros, dijeron especialistas.
La siguiente administración deberá generar las condiciones más propicias que lleven a una mayor inversión privada, para aprovechar al máximo el potencial de las oportunidades que representan para México las tendencias de la relocalización (nearshoring), advirtió Iván Arias, director de Estudios Económicos de CitiBanamex.
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Incertidumbre y desaceleración
Desde las elecciones del pasado 2 de junio, y en particular al conocerse la mayoría de Morena en la siguiente Legislatura del Congreso, la prima de riesgo que piden los inversionistas es más alta, comentó James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CI Banco.
A fin de cuentas, lo anterior se debe a todas las dudas que ha generado la conformación del Legis- lativo, y que incluso se han intensificado a raíz de lo que parece una inminente aprobación de reformas constitucionales, destacando la del Poder Judicial, así como la eliminación de órganos autónomos como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
La incertidumbre y preocupación se ha visto reflejada en los mercados financieros, donde la volatilidad del tipo de cambio ha llevado a la paridad a tocar niveles no vistos desde diciembre de 2022, mientras que el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se ubica ahora 10.6% por debajo de su nivel máximo histórico alcanzado en el año en curso.
Ante ese contexto, es importante recuperar la confianza de los inversionistas privados, afirmó Arias. Dadas las restricciones de presupuesto del sector público, sería deseable que mucha de la inversión —no sólo en plantas productivas, sino también en infraestructura— la haga el sector privado para recuperar un crecimiento económico más vigoroso.
Lo anterior, considerando que la desaceleración de la economía ya es una realidad. En el primer semestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.8% a tasa anual, por debajo del nivel de 3.6% reportado en el mismo periodo del año anterior.
Además, de acuerdo con las proyecciones de CitiBanamex, se espera que en la segunda parte del año el crecimiento económico llegue a 1.4%, para cerrar con una tasa de alrededor de 1.6%, inferior a 3.0% previsto por las autoridades hacendarias.
Reforma y nearshoring
Sobre el costo que tendrá la reforma al Poder Judicial para el gobierno de Claudia Sheinbaum, Arias consideró que, en principio, generará incertidumbre y eso haría más lenta la inversión en el país.
Existe el riesgo de que la desconfianza limite las inversiones esperadas por el nearshoring, sobre todo por la reforma judicial, consideró a su vez Salazar.
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El hecho de que se perciba que la reformea pudiera generar cierto sesgo en decisiones a favor del gobierno, vulnera el Estado de derecho y la confianza que pueda tener cualquier inversionista, no solamente nacional, sino también para los extranjeros.
“En este caso, se podrían posponer inversiones hasta ver cómo quedaría una vez que se establezcan las leyes secundarias, pero la aversión inicial es de cautela, porque esto puede implicar un riesgo de desconocimiento de acuerdos, contratos, de vulnerabilidad ante una decisión controversial”, agregó el especialista.
Arias dijo que al principio habría un poco de incertidumbre, pero a fin de cuentas las acciones de gobierno de la presidenta definirán si esas dudas se disipan o no.
Reto para Sheinbaum
La preocupación e incertidumbre que hay tanto en la parte financiera como de la inversión nacional y extranjera directa tienen que ver con que todo puede pasar. El hecho de que el gobierno tenga control del Legislativo y pueda hacer reformas constitucionales abre la puerta para que los peores temores se vuelvan realidad, advirtió Salazar.
“Por eso el gobierno de Claudia Sheinbaum va a tener que hacer una labor de alto cabildeo, sobre todo con los principales socios, en particular con Estados Unidos, para tratar de dar un mensaje de que la intención no va a ser vulnerar el Estado de derecho”, destacó
Deberán ser muy cuidadosos con el establecimiento de las leyes secundarias que definirán la operación y cómo funcionará la reforma judicial.
“Tendrán que hacer un buen manejo de la reglamentación secundaria para tratar de reducir estas preocupaciones”, agregó el especialista.
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