México no recibirá el pago por el seguro petrolero que compró para protegerse en 2022 ante una eventual caída de petroprecios en los mercados internacionales, anticiparon analistas.
Aunque en la segunda mitad del año pasado se tuvieron más ingresos por el alza en la cotización del crudo, se usaron esos excedentes para contener el gasolinazo con el subsidio otorgado a los consumidores de gasolinas y diesel, señalaron.
Establecieron que si bien no se activó la cobertura petrolera, más vale prevenir que lamentar, de ahí la importancia de mantener esta estrategia que ha seguido el gobierno desde 2001.
La última vez que se cobró el seguro fue en 2020, cuando el gobierno federal recibió 2 mil 380 millones de dólares, lo que ayudó a compensar la caída de los ingresos petroleros.
Fue la cuarta vez en las últimas dos décadas que instituciones financieras internacionales le pagaron a México una prima por haber contratado dicha póliza en los mercados.
Información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señala que la estrategia de cobertura petrolera adoptada para el ejercicio 2022 cubrió un precio de 55 dólares por barril.
Sin embargo, la mezcla cerró 2022 en 67.32 unidades, es decir por arriba del precio cubierto por el seguro petrolero.
Durante el año pasado, el precio del crudo mexicano tocó un máximo de 119.62 dólares en junio, lo que no se veía desde julio de 2008, pero también un nivel mínimo de 60.42 unidades.
La cobertura sirve para blindar los ingresos petroleros del gobierno federal, consistente con el precio aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2022, con lo cual se evita un recorte del gasto público.
En tanto, el Congreso aprobó para efectos de la LIF de 2022 un precio del petróleo de 55.1 dólares por barril, cotización que fue corregida a 93.6 dólares en los Criterios Generales de Política Económica de 2023 que fueron presentados en septiembre pasado, cuando se entregó el paquete económico de este año.
La especialista en commodities en Banco Base, Ana Azuara, recordó que ya habían previsto que la mezcla mexicana cerraría 2022 a un precio de cerca de 67 dólares, tal y como ocurrió.
Por eso, anticipó que la SHCP no reportará en su informe anual de finanzas públicas, ingresos por coberturas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que a inicios del año pasado, los energéticos superaron las expectativas, sobre todo por la guerra en Ucrania, lo que causó un sesgo al alza llevando a los máximos que se observaron en 2022.
Pero independientemente de eso, dijo que ya esperaban que el precio aumentara por la reapertura económica provocando un aumento de la demanda.
Señaló que la oferta había estado limitada por lo que hizo la OPEP en la pandemia, con la reducción de su producción.
Además, porque varias empresas y países no invirtieron durante la emergencia sanitaria en pozos petroleros e infraestructura para producir más, refirió la especialista.
“Eso hace que la oferta estuviera limitada, mientras que la demanda aumentaba por las reaperturas económicas en general y se esperaba que aumentara el precio este año”, expuso.
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