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En la actualidad, no cabe duda de que las grandes empresas de Estados Unidos (EU) que mantienen operaciones a nivel global consideran la proximidad geográfica como una de las ventajas más importantes para sumar valor a sus cadenas de suministro. Esto probablemente se deba a que COVID-19 evidenció su vulnerabilidad, así como la necesidad de hacer los ajustes necesarios de manera oportuna.
Al respecto, el estudio El beneficio de la proximidad, señala que en 2023 EU concentraba parte de sus rutas comerciales en México (27%), esperando incrementar esta presencia en los tres años subsecuentes (hasta 36%).
De acuerdo con el informe, los tres factores principales para llevar a cabo la reubicación de cadenas de suministro en el continente americano son: mayor agilidad/resiliencia, tiempos de comercialización más rápidos y mejor acceso a habilidades o talentos necesarios. Asimismo, toman en cuenta aspectos como los costos y la eficiencia fiscal o incentivos que esta tendencia representa.
Los elementos anteriores, a su vez, responden a tres áreas clave identificadas en cuanto a la necesidad de mejora: capacidad analítica de datos, disposiciones fiscales de reguladores y autoridades, y relaciones con proveedores.
En cuanto a los retos que implica la relocalización estratégica de inversiones, las ejecutivas y ejecutivos encuestados señalan seis principales:
1. Costos de servicio, tanto en margen como en lo que atañe al proceso de estructuración de las cadenas
2. Integración de la variable fiscal en el panorama general desde el inicio de la reestructuración, a fin de identificar ahorros potenciales y sanciones contingentes
3. Consideración oportuna del factor talento en cuanto a disponibilidad y capacidades
4. Diversificación de la oferta de países para su abastecimiento
5. Inclusión de los proveedores en las discusiones estratégicas
6. Adopción de estrategias que se ajusten al negocio y sus clientes
Si bien el factor costo representa el elemento de mayor relevancia para las compañías susceptibles de reestructurar sus cadenas de suministro, es menester destacar que priorizar el costo sobre la agilidad a largo plazo podría generar vulnerabilidades adicionales en un contexto geopolítico complejo o ante contingencias mundiales. Por ello, estos dos aspectos deben abordarse de forma estratégica y equilibrada.
Considerando lo anterior, el aprovechamiento de la relocalización hacia regiones geográficas que se encuentren en proximidad al mercado destino, en este caso EU, dependerá de las medidas que se adopten para cuestionar y evaluar de forma continua las decisiones en materia de cadena de suministro, así como del balance constante entre costos, flexibilidad y sostenibilidad en función de visiones y objetivos a futuro, así como del uso adecuado del análisis de datos para acceder a la visibilidad en tiempo real de las capacidades de oferta y las necesidades de demanda.
Asimismo, la planeación fiscal debe incorporarse como un elemento crucial, principalmente en lo que respecta a la identificación y manejo de riesgos, y la aplicación de incentivos. Adicionalmente, las alianzas con socios y proveedores deben abordarse con solidez y apertura, a fin de identificar y reducir vulnerabilidades en las cadenas, tanto en la perspectiva global como local.
En resumen, las compañías en México que busquen aprovechar la sinergia con inversionistas que se integran al mercado nacional deben privilegiar el desarrollo de alianzas estratégicas, asegurar el acceso a talento calificado y capitalizar la experiencia regulatoria y fiscal en cada sector.
Socio de Impuestos y Legal de KPMG México
**Las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de los autores y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México