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noe.cruz@eluniversal.com
El desabasto de gasolinas detonó un mercado negro de etanol, que al igual que al huachicol se está vendiendo en bidones, garrafas y en mezclas que se hacen directamente en los tanques de los vehículos automotores en pequeños comercios, estaciones hechizas o locales clandestinos.
La situación se torna crítica, comentaron funcionarios de alto nivel del sector energético, quienes explicaron que ante la falta de gasolinas, el número de puntos de venta de esta industria, que opera eludiendo la regulación, creció significativamente.
De acuerdo con las fuentes, los grupos que controlan ese mercado alientan al usuario a utilizar en sus unidades mezclas con un porcentaje de hasta 50%, cuando la NOM-016 permite un límite máximo de 10%.
En materia de oxigenantes, la norma prohíbe el uso de etanol en gasolinas comercializadas en zonas metropolitanas de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, debido a la contaminación que puede generar.
En el resto del país, está limitado a 10% del volumen total de las gasolinas, por posibles daños a vehículos.
Sin embargo, grupos como Báltico, que a través de su subsidiaria Oxifuel, opera 100 estaciones, venden a los usuarios bidones de cinco litros de etanol a 85 pesos —un promedio de 17 pesos por litro—.
Algunos otros grupos como Flex Fuel publicitan docenas de puntos de venta, al tiempo que proliferan pequeños comercios que tienen el producto en tambos, bidones y hasta en garrafas para su venta.
“Muchas de estas estaciones operan en las tres zonas metropolitanas donde la NOM-016 prohíbe la mezcla de gasolinas con etanol”, confiaron los funcionarios consultados que solicitaron no ser citados.
En la práctica, agregaron, los límites de uso del etanol fijados por la autoridad regulatoria (Comisión Reguladora de Energía) se vuelven “irrelevantes de cara al crecimiento de una industria alternativa de etanol comercializado en bidones y mezclado con las gasolinas directamente en el tanque de los vehículos”.
En recientes jornadas se han realizado operativos de protección civil de autoridades locales en las entidades con mayor desabasto de gasolinas como Jalisco, Tabasco, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México, además de otras entidades, las cuales han denunciado que la industria del etanol elude la regulación y alienta a que la gasolina se mezcle con el etanol directamente en el tanque del auto.
En la mayor parte de los casos “se han detectado violaciones a lineamientos de protección civil”, dijeron. Un estudio sobre el uso de etanol muestra que incluso con el límite de 10% puede haber daños a los autos.
En sus lineamientos de máxima visibilidad de precios, la Comisión Reguladora de Energía planteó que el número de vehículos que se pueden dañar con mezclas de etanol limitadas a este porcentaje de mezclado, porque no son aptos para este oxigenante, pueden alcanzar los 16 millones 830 mil unidades, poco más de la mitad del actual parque vehicular.
El daño a equipo básico por el uso de etanol puede costar, de acuerdo con los mismos datos oficiales, más de 2 mil 700 pesos por vehículo.
Impacto al ambiente. Además del impacto, autoridades ambientales señalan que la mezcla de etanol con gasolinas genera más contaminación.
El Instituto Nacional para la Ecología y el Cambio Climático (INECC), el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), y la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco (Semadet), son algunas de las autoridades que advierten que la composición de gasolinas que se han planteado para facilitar el uso de etanol, con alta volatilidad, elevarían las emisiones de compuestos orgánicos volátiles.
De acuerdo con la página web de la Sener, a abril de 2018 se otorgaron ocho permisos para la producción de bioenergéticos, siete son de etanol; 44 permisos de comercialización de bioenergéticos (que no incluye la venta al público), de ellos 21 son de etanol, y siete permisos para transporte, de los cuales cinco son de etanol.
La Asociación Mexicana para la Movilidad Sustentable explicó que los manuales de usuario de vehículos en México comienzan a reflejar esta realidad y mencionan explícitamente el uso de mezclas de etanol a 10%.