La escasez de semiconductores para la industria automotriz va a prolongarse hasta 2022, debido a la migración en Asia hacia la red 5G y el tiempo que tardará en construirse las nuevas plantas de chips en Estados Unidos y Europa, indican expertos.
Los semiconductores se usan para fabricar componentes electrónicos, dispositivos de seguridad y sistemas de infoentretenimiento de los autos nuevos.
Estos chips se usan para sensores de presión de combustible, velocímetros y otras herramientas con inteligencia artificial.
La firma IHS Markit anticipa que la producción automotriz va a seguir afectada en todo el mundo durante 2022 por falta de semiconductores.
Para 2021, estima que la producción de vehículos cerrará en 75.5 millones de unidades a escala global, un alza de apenas 1.2% en comparación con 2020, cuando el volumen de producción se redujo debido a que muchas plantas estuvieron cerradas durante el confinamiento.
“Este pronóstico dependerá de la disponibilidad de semiconductores, situación que esperamos se estabilizará hasta 2023”, indicó.
“En general, esperamos que la producción de vehículos mejore en la mayoría de las regiones, pero la capacidad seguirá limitada por la falta de semiconductores”, dijo Mark Fulthorpe, director ejecutivo de Pronósticos para Produccion de Vehículos de IHS Markit, en un reporte.
En México, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz proyecta que la producción de vehículos va a acumular una caída de 2.3% durante 2021, debido a la falta de chips.
Desde la perspectiva de José Rivero, gerente de Infor México, las armadoras “poco pueden hacer” para sustituir estos chips.
Algunas como Tesla han optimizado los circuitos integrados de los vehículos para utilizar menos semiconductores independientes, pero, en general, no tienen otra opción que reducir la producción, comentó.
“El próximo año tendremos que optimizar el número de semiconductores en el mercado y será hasta 2023 cuando se empiece a ver mejora”, aseguró.