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México estará obligado a seguir exportando petróleo e importando gasolinas la próxima década, a pesar de que, en el mensaje por el tercer año de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que dejará de hacerlo en 2023.
La refinería texana en Deer Park va a procesar, en promedio, 290 mil barriles diarios de petróleo los siguientes 10 años, 43% de los cuales será crudo mexicano tipo Maya, de acuerdo con la evaluación sobre la operación de compra y venta del complejo que realizó Barclays y que entregó a Pemex, documento clasificado como restringido y cuya copia obtuvo EL UNIVERSAL.
Esto echa por tierra la intención de dejar de vender crudo al extranjero, aun cuando la refinería sea de Pemex, pues así lo exigen leyes de Estados Unidos.
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Las mismas señalan que las gasolinas y diesel que se produzcan en Deer Park, y que se pretenden enviar a México, tendrán que salir de ese país con pedimento de importación.
PMI Shell, la filial de Pemex encargada de Deer Park, confirma que el complejo “procesa en su mayoría petróleo crudo amargo, y México importa más de la mitad del crudo procesado”.
“La refinería también procesa crudos de África, América del Sur, Estados Unidos y otros países. Los productos de la refinería incluyen gasolina, combustibles de aviación, diesel, combustible para barcos y coque de petróleo”.
PMI Shell y la firma consultora Argus Media indican que Deer Park produce, en promedio, 110 mil barriles diarios de gasolinas, 90 mil barriles de diesel y 25 mil barriles diarios de turbosina.
Esto significa que, al menos, por los próximos 10 años, México seguirá amarrado al comercio exterior de petróleo y petrolíferos.
En esas condiciones, México puede disponer de alrededor de 471 mil barriles diarios que producirían las seis refinerías que opera Pemex si se logra llevarlas a plena capacidad; 174 mil barriles diarios más que aportaría la nueva refinería Olmeca, anteriormente llamada Dos Bocas; y 110 mil barriles diarios de Deer Park, es decir, un total de 755 mil barriles diarios de gasolinas.
Sin embargo, la Secretaría de Energía estima que, en 2023, cuando la nueva refinería esté operando, la nación va a demandar combustibles por cerca de 937 mil barriles diarios. Esto supone que, aún con la estrategia de soberanía, México seguirá teniendo un déficit en refinados de 182 mil barriles diarios.
Este volumen es similar al consumo que, de acuerdo con las proyecciones, tendrán las dos entidades con mayores ventas de gasolinas ese año: Estado con México, con 126.6 mil barriles diarios, y Nuevo León, con 60.9 mil barriles por día.
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