Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y seguro planeas que ese viaje para ti, tu acompañante o tu familia, sea inolvidable.
Por eso, evita que se convierta en una pesadilla. Según el portal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a la hora de viajar, tener un seguro es tan esencial como llevar tu pasaporte.
La Cancillería nos recuerda que el costo de un seguro de viaje suele no ser muy grande, aunque varía de acuerdo con la cobertura, la edad de la persona, el destino, la duración de la estadía, condiciones médicas pre-existentes y el grado de riesgo de las actividades que se vayan a realizar.
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Un seguro de viaje es una póliza que cubre los imprevistos que puedan surgir en el destino.
La Condusef explica que existen algunos elementos a los que se deben de poner atención.
El primero es la prima, es decir el precio total del seguro. El siniestro se refiere al daño que va indemnizar la aseguradora.
Otro aspecto es la suma asegurada, es decir, el monto máximo que paga la compañía en caso de un siniestro.
La póliza se refiere a las condiciones generales, lo que el contrato te cubre y las cláusulas por las cuales no se indemnizará, las coberturas, sumas aseguradas, deducibles y endosos.
La cobertura te indica lo que cubre el seguro y las exclusiones te dicen lo que no.
Los deducibles se refieren a la cantidad de dinero previa con la que participas cada que ocurra un siniestro, para que obtengas el pago por la aseguradora.
En su mayoría, los seguros de viaje tienen coberturas como asistencia médica, accidentes y reembolso de medicamentos. La Condusef indica que una protección de este tipo debe incluir como mínimo el servicio de asistencia médica las 24 horas.
Existe la protección por pérdida y cancelación de servicios, es decir, ampara los gastos por la interrupción no programada del viaje o a causa de una demora.
Debe alcanzar a proteger tu boleto de avión y estancia para acompañamiento familiar, debido a que en caso de que algún pariente enferme cubre tu boleto de ida y vuelta al lugar de hospitalización en clase económica.
Incluso en casos graves, el seguro debe cubrir gastos de repatriación sanitaria o funeraria, ya que en caso de enfermedad, el traslado de la persona a su lugar de residencia estará cubierto.
En caso de fallecimiento, la aseguradora realizará los trámites administrativos y legales para traer al país el cuerpo.
La AMIS expone que existen compañías que ofrecen este seguro, por lo que es recomendable revisar las opciones disponibles y contratar la que más se adapte a tus necesidades.
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