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De un iPhone a un Boing: cuando las compras en línea no tienen final feliz

Foto: Archivo El Universal
04/10/2020 |06:03Carla Martínez |
Redacción El Universal
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En América Latina el comercio electrónico crece de manera constante desde hace aproximadamente 10 años, pero la pandemia del Covid-19 ha impulsado el uso de plataformas digitales y sitios de internet para comprar artículos sin exponerse a un contagio.

Sin embargo, no todas las compras han sido satisfactorias y algunos latinoamericanos han enfrentado malos momentos cuando, al abrir la caja del pedido, no reciben el producto por el que pagaron.

A continuación, te compartimos algunos casos de mexicanos, argentinos y cubanos que han vivido alguna estafa o venta fallida por internet.

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LE DAN LADRILLO

El colmo de Patricio Molina, de Argentina, fue ser estafado por un vendedor de Mercado Libre, cuando él es cofundador y CTO de Real Trends, plataforma para vendedores de ese sitio web.

Patricio compartió en su cuenta de Twitter que a través de Mercado Libre compró una MacBook y recibió un ladrillo de madera.

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“A los que le echan la culpa a Mercado Libre: o el vendedor me quiso engañar, o en el trayecto alguien se la quedó. Mercado Libre no tiene la culpa de lo que somos como sociedad. De hecho, es altamente probable que recupere el dinero gracias a Mercado Libre”, aseguró Molina en un mensaje en redes sociales.

Finalmente, la plataforma le devolvió su dinero debido a que no recibió la computadora.

Me compré una Macbook y me llegó un ladrillo de madera. Vamos Argentina todavía  pic.twitter.com/mDqqDIZOHE

— Pato Molina (@patriciomolina) January 10, 2020

LICOR PARA LAS PENAS

Juana Carrasco, también argentina, ahorró durante años para adquirir una MacBook. Cuando finalmente logró tener el capital, utilizó Mercado Libre para comprar el aparato.

Sin embargo, no recibió la computadora, sino un licor de cacao Tres Plumas.

La plataforma de compra-venta de productos falló a favor del vendedor, pues éste documentó todos los pasos del envío con fotografías.

Sin embargo, tras la denuncia de Carrasco en redes sociales, Mercado Libre le reembolsó el dinero.

Pidió una Mac y llegó un Licor

Juana Carrasco de Cipoletti compró una Macbook en #MercadoLibre a $140 mil y le llegó un licor de Cacao "Tres Plumas"
Se especula q durante la logística alguien hizo el cambio
El vendedor documentó todos los pasos c/fotos q dejó en la plataforma ML pic.twitter.com/ypPWmxxtr0

— Avellaneda Real (@AvellanedaReal) September 23, 2020

BOING EN LUGAR DE IPHONE

Aunque para casi todos el Boing de Guayaba tiene muy buen sabor, para el mexicano Salvador Gómez recibir una de estas bebidas en lugar de un iPhone no le causó gracia alguna.

Él compró un iPhone SE en la tienda en línea de Sears y, cuando le llegó la caja, el producto que contenía era un Boing de Guayaba.

Afortunadamente, la empresa resolvió la situación entregando en tienda el iPhone al comprador, quien además obtuvo una compensación por el momento desagradable que pasó al no recibir el producto pagado en línea.

Sears informó que investiga el tema y que se llegará hasta las últimas consecuencias.

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RECIBE BOLSAS DE SAL

Iván López, de México, compró dos laptops a través de Mercado Libre. Sin embargo, recibió dos cajas de la compañía de envíos Fedex con bolsas de sal en su interior.

“Todo apunta a que fue alguna persona que labora en Fedex sucursal Obregón. Espero se investigue y evitar malas experiencias a usuarios”, comenta López en un video.

Una de las cajas salió de Chiapas y la otra de la Ciudad de México, las cuales llegaron a Ciudad Obregón, Sonora, con bolsas de sal de la marca “Mar de Cortés” de un kilo cada una.

Mercado Libre respondió a López que el vendedor comprobó que envió las computadoras, por lo que el dinero quedó en la cuenta del mismo.

OLLA “BARATA”

En el sitio estadounidense de compra-venta de productos Wish, una mujer cubana vio una olla exprés o a presión muy barata y no pensó dos veces para comprarla.

Sin embargo, al recibir el producto resultó que la olla era de juguete y tan pequeña que cabe en su mano.

En esta ocasión no se trató de un fraude o una recepción fallida de un producto, pues la compradora no leyó bien la descripción del artículo donde, en español, se indicaba que era una olla de juguete.

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