Para enfrentar la serie de cambios que se implementarán en materia fiscal durante 2020, la clave será cumplir con nuestras obligaciones, asevera la presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Diamantina Perales.
En entrevista con EL UNIVERSAL, en sencillas palabras resume algo que parece fácil, pero que afirma es parte de nuestro deber: contribuir en tiempo y forma en beneficio de la sociedad.
Por ese motivo, agrega, la reforma penal fiscal que entrará en vigor el próximo año está diseñada para los que están evadiendo de manera importante al fisco a través de operaciones inexistentes.
Se trata de movimientos que no son reales y que conllevan un dolo, dice, al señalar que los criterios que va a utilizar la autoridad son para distinguir a las empresas factureras.
No obstante, advierte que las autoridades deben cuidar los mecanismos para diferenciar a un contribuyente cumplido del facturero.
Se debe garantizar que no se vaya a equiparar a un causante sin ser culpable como parte de la delincuencia organizada.
“Se debe tener mucho cuidado de identificar a un facturero de quién no lo es”, pondera.
De los señalamientos de que hay algunos contadores que se dedican a ofrecer a las empresas facturas para deducir operaciones inexistentes, Perales asegura de manera rotunda que hasta ahora no han tenido ningún caso dentro del instituto.
La presidenta del IMCP afirma que la contaduría pública organizada en el país está blindada con el código de ética. Pero si se llegara a detectar a algún agremiado, el colegio respectivo tomará las medidas.
De los 22 mil 500 miembros que hay en el instituto de contadores, ninguno ha sido señalado por ser facturero, sostiene.
Refiere que tienen su propio código de ética para profesionales de la contabilidad, el cual está avalado por la Federación Internacional de Contadores (IFAC, por sus siglas en inglés), organismo que emite normatividades.
“Es un código muy robusto y estricto”, precisa. Además, Perales comenta que en el interior del instituto mexicano y de los colegios federados hay juntas de honor que se rigen por los estatutos.
“Si se llegara a identificar a algún contador del gremio en ese supuesto entraría la junta de honor del colegio al que pertenezca para hacer que se cumpla el código de ética y aplicar las sanciones”, expone Perales.
Diamantina Perales es la nueva presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos y la segunda mujer que representa al gremio en los más de 90 años de vida que tiene la organización.
Pero la nueva titular será la primera en presidir el instituto por un periodo bianual, tras 40 años en que las gestiones de los presidentes sólo eran por un año.
Perales es contadora pública certificada con maestría en administración y egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Originaria de Reynosa, Tamaulipas y con residencia en Matamoros desde hace 23 años, pertenece a un despacho privado de contadores y fiscalistas.
Su especialidad es la auditoría y consultoría financiera y fiscal.
En Nuevo León fue asociada del Colegio de Contadores Público durante nueve años, que es el segundo más grande del país, y en Matamoros estuvo 16 años, donde fue por dos años titular por igual del mismo organismo en esa entidad.
Ha trabajado en diversas firmas nacionales y extranjeras, y después se independizó.
Ella asegura que le gusta su profesión porque puede aportar y servir. Además, le gusta leer, el cine y como buena norteña, comenta, ir de shopping.
Forma parte de una numerosa familia compuesta por nueve hermanos, de padres regiomontanos, y lleva por nombre el de una localidad minera en Brasil: Diamantina en minas Gerais.
Dice que vivir en la frontera norte del país le permite conocer la cultura binacional entre México y Estados Unidos.
“Se puede tener lo mejor de ambos países en una ciudad fronteriza como lo es Matamoros y la del otro lado en Brownsville, donde se convive culturalmente”, expresa la presidente del IMCP.
Aunque la tecnología ha transformado la forma de hacer negocios, de pagar y cumplir con el fisco, siempre se va a necesitar la ayuda de un contador, considera Diamantina Perales.
Pero se requiere que estén a la vanguardia para hacer eficiente la profesión a favor de reducir costos y tiempos.
“Eso nos permite generar más valor con los servicios que prestamos los contadores en diferentes áreas”, indica.
Afirma que tienen todas las herramientas para afrontar los retos en la era digital, porque la contaduría púbica tiene habilidades y competencias que le permiten asumir rápidamente el panorama.
La presidenta destaca que la tecnología les ha permitido ser más estratégicos y aportar mucho más, puesto que su contribución no sólo se remite a temas fiscales, sino también para el combate al lavado de dinero y anticorrupción, principalmente.