Los trabajadores subcontratados gozan de menor estabilidad laboral, mayores jornadas laborales y horas de trabajo no remuneradas, así como menor seguridad en los espacios de trabajo y deterioro de la salud física y mental de los empleados, señaló el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
"El mayor impacto es el económico", aseguró el nuevo estudio que presentó el CIEP sobre el impacto de la subcontratación en el bienestar laboral y evasión fiscal.
Estimó que en México, el personal que trabaja bajo esquemas de subcontratación, podría perder, en promedio, entre 41 mil y 58 mil pesos anuales en remuneraciones.
Además, dejan de percibir entre 2 y 3 mil pesos en prestaciones, como consecuencia de la tercerización de sus labores.
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Asimismo, señala que este esquema creció mucho en los últimos años dejando una evasión fiscal de mil 715 millones de pesos.
También destacó que, entre 2003 y 2018, el porcentaje de personal ocupado contratado bajo estos esquemas pasó de 8.6% a 17.3%.
No obstante, la subcontratación puede utilizarse como una forma de evasión e impacta el bienestar laboral de las personas empleadas bajo este régimen.
El CIEP refirió que algunos contribuyentes utilizan la subcontratación para evadir impuestos , mientras que ciertas empresas optan por este esquema para reducir el pago de las cuotas obrero-patronales de forma indebida.
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Reportó que, en 2018, las agencias de empleo temporal y las firmas dedicadas al servicios de suministro de personal permanente pagaron 6 mil 862 millones de pesos en contribuciones patronales a regímenes de seguridad social, esto representa el 1.9% de lo ingresado por cuotas a la seguridad social en el mismo año.
“Si la tasa de evasión por este concepto fuera de 20%, similar a la prevalente en el pago del ISR (Impuesto Sobre la Renta) en personas morales, la recaudación perdida habría sumado mil 715 millones de pesos”, estimó.
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