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La economía de la región del golfo de México (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche) acumuló cinco años con cifras negativas, por la crisis petrolera, informó el Banco de México (Banxico).
Al presentar el estudio Impacto de la declinación de la producción petrolera sobre la actividad económica del Golfo, la institución destacó que la descendencia en la extracción del crudo ha afectado a la región.
Particularmente, destacó que las entidades más golpeadas por la coyuntura son Campeche y Tabasco.
De hecho, la zona se encuentra en recesión, toda vez que desde 2014 y hasta 2018 las cifras son negativas.
En 2014, la caída del PIB del Golfo de México fue de 0.39%, un año después la caída se hizo más pronunciada al llegar a 1.08%; para 2016 se acentuó aún más, al retroceder 2.69%; sin embargo, la mayor contracción se observó en 2017, cuando la economía se desplomó 4.03%. En lo que va del presente ejercicio la crisis atenuó, aunque aún observó cifras rojas, al disminuir 1.79%.
Banxico informó que como consecuencia se ha generado una disminución en el empleo y, de acuerdo con opiniones consultadas, un menor dinamismo del mercado local y un deterioro en las condiciones de seguridad pública de ciudades más vinculadas al sector energético.
El estudio destacó que la declinación natural de los campos petroleros y la ausencia de nuevos hace necesario desarrollar otros yacimientos e impulsar la diversificación económica hacia aquellas actividades que generen más valor agregado.
“Para lograrlo, es prioritario implementar proyectos de infraestructura que disminuyan costos de transporte, fortalecer el marco institucional y mejorar la regulación local”.