El movimiento de contenedores vía marítima está en crisis en todo el mundo por la pandemia de Covid-19. La demanda creciente de estos recipientes de carga y la rotación de tripulaciones de barcos cargueros por medidas sanitarias presionan los precios e impulsan la inflación a escala global, además de que generan riesgo de desabasto para la temporada de ventas de fin de año.
En un escenario moderado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que hasta 2023 se estabilizará el movimiento naviero, factor clave para que el próximo año se frene el alza en el costo del movimiento de contenedores. Sin embargo, el impacto que el problema provoca en el alza de precios al consumidor final tardará en mitigarse.
Para la OCDE, el repunte en la demanda global, las disrupciones en la proveeduría por la pandemia y la caída de inventarios impulsaron los precios de commodities y costos de transporte mundiales, particularmente en Norteamérica y Europa.
La organización dijo que a pesar de que los barcos salen a tope de los puertos, la posibilidad de obtener un contenedor es escasa, mientras la congestión en las terminales crea cuellos de botella debido a mayores controles sanitarios, lo que aumentó intervalos y cambios en la tripulación.
El problema, también conocido en inglés como supply chain crisis (crisis de la cadena de suministro), inquieta a la Organización Mundial del Comercio (OMC), pues se registra un alza dramática de precios al mover mercancía vía marítima. Por ejemplo, en Shanghái estas tarifas subieron hasta cuatro veces este año con respecto a 2020.
Esta combinación de factores presiona los tiempos de entrega de manufacturas y de bienes de consumo final, sobre todo porque los inventarios se agotan.
La OMC coincide con la OCDE en que hay congestión en puertos, los barcos deben esperar más para descargar y esto impulsa los precios del movimiento de carga vía marítima, que tomará tiempo regularizarse.
El costo de mover un contenedor de Asia a México se incrementó de 3 mil 500 a hasta 15 mil dólares, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), Miguel Ángel Martín González. Agregó que pedir una posición en el puerto implica pagar más por mover mercancía, lo que eleva los costos de operación.
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