Riviera Maya.— El debate más importante que tendrá el Congreso durante 2020 será una posible reforma fiscal en México, para aprovechar que todavía el partido político del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá mayoría en el legislativo, anticipó Alonso Cervera, economista en jefe para México de Credit Suisse.
Sin embargo, estimó que la reforma hacendaria tendrá valor hasta 2022, para que no pegue en 2021, año en que habrá elecciones federales y para que López Obrador cumpla su promesa de campaña de no subir impuestos, o crear nuevos, durante la primera mitad de su administración.
“Las finanzas públicas no serán todavía un punto de preocupación en 2020, pero más adelante seguramente lo serán”, expuso Cervera durante la celebración de la XLVII convención del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Fernando López Macari, presidente del IMEF, planteó impulsar un marco tributario para incentivar a los empresarios que reinvierten sus utilidades, en lugar de gravarlos con impuestos adicionales, lo que estimulará la actividad económica y tener mejores salarios y riqueza que, con respaldo del gobierno, pueda distribuirse de manera equitativa en el país.
El dirigente propuso también tecnificar la mano de obra mexicana y generar mayor valor agregado para aquellos mercados que lo demandan.
En tanto, Carlos Serrano, economista en jefe para México de BBVA, alertó que la disciplina en las finanzas públicas se puede perder si el gobierno federal continúa dando apoyos a Pemex.
“Pemex puede ocasionar una pérdida de la disciplina fiscal”, enfatizó en la reunión cumbre del IMEF, la cual se celebra en la Riviera Maya.
Explicó que hay dos temas fundamentales que definirán lo que ocurrirá con la economía mexicana: el primero consiste en el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), cuya ratificación podrá atraer mayores flujos de inversión al país.
En opinión de Carlos Serrano, el conflicto comercial entre Estados Unidos y China abre una oportunidad para México, luego de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no le dio a nuestro país todo el potencial que debía, porque China entró a la Organización Mundial de Comercio al poco tiempo de su firma en 1994, de modo que la nación asiática desplazó a México del mercado de Estados Unidos.
“México puede empezar a atraer muchas inversiones que antes iban a China y comenzar a exportar más a Estados Unidos”, estimó el ejecutivo de BBVA.