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Las ventas al menudeo se recuperaron en abril pasado a pesar del menor dinamismo de la economía y la menor generación de empleos, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Mensual de Establecimientos Comerciales del Inegi.
Desde una perspectiva mensual y con cifras desestacionalizadas, los ingresos reales por suministro de bienes y servicios de las empresas comerciales al por menor presentaron en el cuarto mes del año un crecimiento de 0.7%, revirtiendo la moderada caída de 0.2% en marzo y superando el estimado de los analistas de 0.3%.
En opinión del especialista, los riesgos de una desaceleración permanecen latentes considerando el menor ritmo de creación de empleos formales. No obstante, otros fundamentales del consumo, tales como salarios reales, remesas y crédito bancario siguen fuertes.
El resultado de abril se vio beneficiado por las recuperaciones en dos de los sectores importantes: los vehículos de motor, que habían caído en marzo y que crecieron 1.7% en abril, y las tiendas de autoservicio, que lo hicieron en 1.1%, estas últimas, además, se han mantenido en terreno positivo en los primeros cuatro meses de 2019.
Por grandes divisiones, sólo uno de los nueve componentes registró un retroceso mensual (productos textiles y accesorios para vestir, con baja de 0.3%). Las ventas por internet rebotaron al crecer 6%, seguidas por artículos de ferretería, con 2.9%, y alimentos bebidas y tabaco, que crecieron 2.7% durante abril.
Comparación anual. En abril, las ventas minoristas crecieron 1.6% a tasa anual con base en cifras originales, sumando cuatro meses consecutivos de expansión. Los ingresos por suministro de bienes y servicios de empresas comerciales al por menor registraron una alza de 1.6% en los primeros cuatro meses de 2019, cifra favorable respecto a la tasa de 0.7% en el mismo periodo en 2018.
En opinión de Ignacio Huerta, analista económico de grupo financiero Ve por Más, el gasto de hogares puede desacelerarse en los próximos meses, reflejando un comportamiento más defensivo de los consumidores, ante un contexto de riesgos persistentes para la variable (por ejemplo, baja creación de empleos); no obstante, el especialista estima que mantendrá tasas de crecimiento positivas.
