En su último informe sobre el estado de la movilidad en el mundo, el famoso portal Statista muestra el gran crecimiento que las nuevas plataformas y servicios de movilidad han tenido en México. De acuerdo con el portal, este sector ha crecido en el país alrededor del 22% en el último año, con un valor total en ventas de 489 millones de dólares.
Esta cifra considera solamente servicios como Uber, Cabify o Easy Taxi, donde existe una plataforma en línea que conecta a conductores con usuarios o pasajeros que necesitan un servicio de transporte privado o público.
Mientras que se estima que en el país hay 10.5 millones de personas que utilizan estos servicios, Statista prevé 16 millones para 2022, lo que hará que el mercado de peticiones de viajes (ride-hailing) por internet alcance el nada despreciable valor de 800 millones de dólares.
Si bien son datos impresionantes, palidecen ante lo que está sucediendo en China, donde el total de ventas del ride-hailing llegará en 2018 a 25,000 millones de dólares. Esto explica, quizá, por qué empresas como Didi Chuxing, fundada en 2012, ha tenido un crecimiento explosivo en China y ahora busca abrir nuevos mercados en México.
Sin duda, estos servicios han llegado para quedarse y sumarse a la oferta convencional. Las nuevas generaciones están creciendo habituadas a solicitar un servicio de transporte a través del smartphone. De hecho, Statista señala que alrededor de 60% de los usuarios tienen entre 18 y 34 años, por lo que la generación millennial ha sido la principal adoptadora e impulsora del cambio.
Por supuesto, los servicios de ride-hailing son tan sólo una parte del amplio menú que representa el modelo de movilidad bajo demanda, el cual incluye el car-sharing, que permite a los usuarios acceder a un catálogo de vehículos y rentarlos por horas o minutos.
Las soluciones comprendidas en la movilidad bajo demanda permiten separar el concepto de uso y propiedad del vehículo. Esto, gestionado de forma adecuada, ayuda a elevar el nivel de utilización del activo (el coche) en comparación con el modelo tradicional de propiedad. Ante el crecimiento observado en esta industria, se espera que nuevos servicios y alternativas —incluyendo autos, bicicletas, etc.— vayan surgiendo.
En la Ciudad de México, el servicio de ride-hailing se ha consolidado de forma notoria. Sin embargo, todavía hay grandes oportunidades para la oferta representada por la movilidad bajo demanda.
En un sondeo realizado por participantes del MBA del IPADE, en el contexto de un proyecto académico sobre movilidad, se encontró que 65% de los encuestados, de entre 26 y 39 años, utilizaba al menos una vez a la semana algún servicio de ride-hailing en la Ciudad de México.
Asimismo, el atributo más valorado no era tanto el precio del trayecto sino la confiabilidad del servicio (que el vehículo llegue). El sondeo mostró también que 43% de los usuarios de ride-hailing utilizaban el servicio principalmente para hacer viajes de ocio y 18% para sus desplazamientos diarios.
Lo anterior nos indica que existen aún grandes ventanas de oportunidad para la movilidad bajo demanda, pero difícilmente habrá una vuelta atrás. Las grandes ciudades están llegando al límite de la capacidad de su infraestructura de transporte y es difícil pensar que el modelo tradicional de propiedad del vehículo pueda seguir creciendo sin externalidades negativas. El mejor camino que se presenta pasa por transformar el modelo de movilidad actual e incluir estas nuevas plataformas.
*Profesor del área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School