Además de la pérdida de empleos, otro de los daños que hizo la pandemia del Covid-19 en el mercado laboral fue la pulverización de trabajos con ingresos altos y la proliferación de aquellos con bajas remuneraciones, de acuerdo con el Inegi.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el número de trabajadores con un ingreso superior a los dos salarios mínimos —más de 7 mil 393 pesos al mes— pasó de 17.1 millones en diciembre de 2019 a 12.7 millones al cierre del año pasado, es decir, 4.4 millones de personas menos con este nivel de remuneración.
En cambio, la población ocupada con un ingreso de hasta dos salarios mínimos —7 mil 393 pesos al mes en el mejor de los casos— se incrementó en 1.9 millones en los últimos 12 meses, para llegar a 30.5 millones de trabajadores, cifra que representa 58% del total de las personas con un empleo.
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Las cifras del Inegi reflejan que los trabajadores con mejores sueldos fueron los más afectados por la pérdida de empleos que provocó la emergencia sanitaria, y quienes lograron volver a colocarse lo hicieron en vacantes con menores percepciones.
Colocación más difícil
La oferta laboral se ha estrechado, por lo que conseguir un empleo se ha vuelto más difícil. Mientras que en diciembre de 2019 de la población desocupada, 14.8% tardaba más de tres meses en conseguir un empleo, al cierre del año pasado este porcentaje prácticamente se duplicó a 28.4%.
De los 12 millones de personas que salieron del mercado laboral en abril de 2020 como consecuencia de la pandemia, 9.5 millones regresaron a ocuparse hasta el cierre del año pasado, por lo que 2.5 millones todavía no se recuperaron.
No se descarta que la ocupación informal aumente este año a pesar de la recuperación debido a dos factores principales, de acuerdo con el analista económico de Invex, Ricardo Aguilar.
El primero, la falta de apoyos significativos para las empresas durante una temporada de semáforos rojos que podría extenderse por varios meses en un entorno de lenta aplicación de la vacuna contra el Covid-19.
El segundo, la imposibilidad de muchas empresas de cubrir un incremento de 15% en el salario mínimo dentro de una crisis que se ha caracterizado por generar fuertes caídas en los ingresos de varios sectores.
La tasa de desempleo se ubicó en 3.8% de la población económicamente activa al cierre del año pasado, tasa inferior a la de 4.3% que anticipaban especialistas, aunque se mantiene por arriba de la de 2.9% reportada en diciembre de 2019.
Así, la situación del empleo muestra pocos avances al cierre de año, pues, aunque la tasa de desocupación sumó su sexta caída consecutiva, una buena parte de dicho fenómeno se explica a partir de que, en perspectiva, el mercado laboral en México es más pequeño, explicó Daniel Arias, especialista de Monex.