Petróleos Mexicanos
(Pemex) reconoció que si el impacto de la pandemia de Covid-19 continúa durante un periodo prolongado, se puede ver afectada negativamente la capacidad para operar a la empresa como negocio, en función de las metas y compromisos que se establecieron en su Plan de Negocios.
La petrolera mexicana prevé desde consecuencias contables, como la disminución de ingresos y el valor de inventarios, pérdidas cambiarias, desvalorizaciones de activos fijos y la afectación en la capacidad de la empresa para operar un control interno efectivo sobre la información financiera.
Incluso detalló que “no hay garantía de que podamos detener o revertir la disminución de nuestras reservas probadas y producción, lo que podría tener un efecto adverso en nuestro negocio, en nuestras operaciones y situación financiera”.
En el reporte anual 20-F y la Forma 6K, del pasado 30 de abril que presentó a la Comisión de Valores de Estados Unidos (Securities and Exchange Commission, SEC por sus siglas en inglés) y a los inversionistas internacionales, la petrolera añade que la continuidad de la empresa como negocio depende ahora de diversos factores “inciertos que no podemos predecir”.
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Entre los temas que enumera está la duración, el alcance y la gravedad de la pandemia de Covid-19; reducción constante de la demanda de petróleo y la volatilidad de los precios del petróleo; el impacto de las prohibiciones de viaje, las políticas de trabajo desde el hogar o las órdenes de quedarse en casa, y escasez
de personal.
Añade las condiciones generales económicas, financieras y de la industria, particularmente condiciones relacionadas con la liquidez, el desempeño financiero, que pueden ser amplificados por los efectos del virus, y los efectos a largo plazo de la pandemia en la economía nacional y global, incluyendo la confianza y el gasto del consumidor, los mercados financieros y la disponibilidad de crédito para la empresa, los proveedores y los clientes.
Agrega que a la fecha el gobierno mexicano ha adoptado medidas destinadas a ayudar a mitigar la propagación de Covid-19 en el país, incluida la suspensión de todas las actividades no esenciales.
La operación comercial de la empresa es generalmente considerada un área estratégica como se define en los artículos 27 y 28 de la Constitución, de ahí que algunas de sus operaciones permanecen activas.
No obstante, “hemos tenido que reducir nuestra fuerza laboral, implementado turnos alternos y permitido que una parte de nuestro equipo trabaje de manera remota.
La empresa explicó que se han implementado medidas para desinfectar las instalaciones y el uso de cámaras térmicas y otros equipos especiales para monitorear los riesgos de infección.
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“A pesar de estas precauciones, el Covid-19, o cualquier pandemia o epidemia futura, tiene y puede afectar aún más en los lugares en donde operamos o trabaja nuestra fuerza laboral.
“Esto podría interrumpir significativamente nuestras operaciones y causar restricciones de salud a nuestra fuerza laboral y, por lo tanto, impactar el funcionamiento de nuestras instalaciones, incluidas nuestras plataformas, refinerías y terminales, entre otros.
“Estas condiciones podrían afectar negativamente nuestro negocio, resultados de operaciones y condición financiera”, recalca al empresa petrolera en los informes distribuidos entre inversionistas.