La pandemia dejará en la economía mexicana “cicatrices profundas”, pero deben aprovecharse oportunidades para mejorar su potencial de crecimiento, expuso el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis semanal, los expertos del CEESP señalaron que “hay que tomar las decisiones y acciones acertadas de política económica para aprovechar esas oportunidades”.
Si bien es probable que el impacto de la crisis económica y sanitaria sea particularmente negativo por la falta de apoyos oficiales a los ingresos de las personas y a la liquidez de las empresas, esta situación puede revertirse.
De no hacerse nada y mantenerse la situación como está, “los daños o cicatrices para la economía mexicana serán graves” en indicadores como la pobreza, precarización laboral, desempleo y bajos niveles de crecimiento, alertó el análisis del CEESP.
Recordó que, de acuerdo con el Coneval, los niveles de pobreza laboral crecieron de 37.3% en el cuarto trimestre de 2019 a 40.7% en el mismo lapso de 2020.
Sin embargo, el CEESP dijo que se debe considerar que “México tiene una posición privilegiada tanto por el lado externo como por el interno para restablecer una senda de crecimiento sólido con un potencial mejor que el de años recientes”.
La economía nacional puede aprovecharse del dinamismo estadounidense, del aumento de exportaciones y de la relocalización de empresas que buscan acercarse a América del Norte.
Además, puede atraerse inversión gracias al atractivo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las tensiones entre Estados Unidos y China, entre otras ventajas.
La búsqueda de la reactivación con un mayor crecimiento debe incluir la recuperación de la inversión pública en proyectos productivos y complementarios a la privada, y a la eficiencia de las cadenas de oferta y el turismo.
De acuerdo con el CEESP, ello obliga a reconsiderar las prioridades de los proyectos del Estado.
“Para aprovechar todas las ventajas señaladas y afianzar el potencial, se requiere de un cambio de actitud del gobierno ante la inversión privada y pública. Hay que dar un viraje hacia políticas amigables a la inversión con transparencia y sin privilegios, pero con claridad y la seguridad del estado de derecho”, destacaron los especialistas del CEESP.
El principal reto está en que las políticas públicas se enfoquen a incrementar el potencial de México, porque de mantenerse la situación actual, será hasta 2023 cuando se alcance el nivel del PIB que se tuvo de 2019.