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A la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le va a costar la compra de combustibles para generar energía eléctrica, como el gas natural que recibirá por ductos de alguna de las empresas con las que tuvo conflicto legal, 120 mil 897.1 millones de pesos el próximo año.
En las partidas aprobadas por el Congreso —en el papel—, esta cifra será, de acuerdo con información de la propia empresa y del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, la cantidad más alta a pagar en su historia para este concepto, pues representa 50% de su gasto de operación y porque 90% del gas que usa es importado.
En 2019 le fueron autorizados gastos para este concepto por 111 mil 56 millones de pesos y el año pasado, 97 mil 610 millones. En 2012, el costo fue por 60 mil 496 millones, por citar ejemplos. Es decir, en los últimos ocho años se incrementará —con 2020— casi 100%
Es un desembolso que supera al monto que se va a destinar para subsidiar las tarifas eléctricas a población de escasos recursos el próximo año, estimado en 70 mil millones de pesos.
No obstante, la cifra solicitada en el Paquete Económico 2020 resulta conservadora, dado que al cierre del primer semestre de este año y bajo el concepto de Energéticos y Otros Combustibles, la empresa desembolsó 142 mil 15.4 millones de pesos por combustibles para generar electricidad.
El aumento en el monto para pagar combustibles, sobre todo de importación como el gas natural, se explica más por el volumen que por el precio, dado que el gobierno federal prevé un aumento en el precio promedio de la molécula de este combustible, de apenas 4.3% (pues pasará de 2.3 a 2.4 dólares por millón de pie cúbico, de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica 2020).
En los últimos tres años, el consumo de gas natural de CFE fluctúa entre 3 mil millones a más de 4 mil millones de pies cúbicos diarios, del cual 90% proviene del mercado estadounidense.
De hecho, las operaciones de la CFE requieren grandes cantidades de combustibles como combustóleo, gas natural, carbón y diesel.
La Dirección Corporativa de Operación sostiene que, al 31 de diciembre del año pasado, 72.6% de la capacidad instalada para la generación se deriva de plantas alimentadas por estos combustibles.