El Banco de México (Banxico) alertó que en un contexto en el cual la economía nacional se encuentra estancada, el coronavirus se suma a la presencia de diversos factores de incertidumbre.
Advirtió que en el balance de riesgos para la actividad económica mundial surgió el brote viral y sus efectos, al tiempo que a escala global siguen las características de desaceleración, baja inflación, posturas monetarias acomodaticias y menores tasas de interés.
Lo anterior lo expresó como parte del primer anuncio de política monetaria de 2020, en el que dio a conocer que los cinco miembros de la Junta de Gobierno decidieron reducir el costo del dinero, con lo cual la tasa de referencia pasó de 7.25% a 7%, el quinto recorte consecutivo desde agosto de 2019.
En la reunión estuvo presente el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, quien tiene voz, pero no voto.
Los miembros del órgano colegiado ponderaron que para fortalecer el entorno macroeconómico y la capacidad de crecimiento del país, además de una política monetaria prudente, es necesario consolidar las finanzas públicas.
Estableció que si bien bajo ese panorama el tipo de cambio ha mostrado un buen comportamiento, persisten riesgos externos e internos que pueden afectar los mercados financieros nacionales.
Indicó que en las últimas semanas el tipo de cambio se apreció y las tasas de interés de los valores gubernamentales se redujeron.
Anticipó que el Producto Interno Bruto (PIB) estimado para 2020 será menor al contemplado en su más reciente informe trimestral, el cual se encuentra en un rango de entre 0.8% y 1.8%.
El banco central advirtió que se espera un nivel más alto para los precios al consumidor respecto a lo previsto el año pasado.
“El comportamiento reciente de los factores que inciden en la trayectoria esperada de la inflación, se estima que las inflaciones general y subyacente serán moderadamente superiores a los pronósticos presentados en el último Informe Trimestral”, señaló.
Refirió que el Índice Nacional de Precios al Consumidor aumentó de 2.97% a 3.24% entre noviembre de 2019 y enero de 2020, sobre todo por el alza del componente no sub- yacente, que aumentó de 0.98% a 1.81%, mientras que la inflación sub- yacente pasó de 3.65% a 3.73%.
Detalló que la inflación resintió los incrementos de precios sujetos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
No obstante, destacó que las expectativas de inflación general de corto, mediano y largo plazos se mantienen estables, aunque en niveles superiores a 3%, y para la inflación subyacente para los mismos plazos aumentaron.
La Junta de Gobierno identificó también cinco probables riesgos para la inflación.
El primero de estos riesgos es la resistencia a disminuir de la inflación subyacente; el segundo que los aumentos salariales afecten al mercado laboral y los precios al consumidor, un posible ajuste cambiario por factores externos o internos que se den incrementos mayores a lo previsto en precios agropecuarios, y un deterioro en las finanzas públicas.