El confinamiento por el Covid-19 y la caída en ventas de gasolinas, diesel y turbosina en abril y mayo le representó a Pemex un desplome en ingresos en los primeros cinco meses del año de 113 mil millones de pesos.
Si se incluye la caída en la comercialización de otros petrolíferos como gas licuado de petróleo (LP), combustóleo, asfalto, gas natural y querosenos, grasas, parafinas, lubricantes, coque, mezcla de pentanos, naftas, gasóleo doméstico y combustible industrial por el menor dinamismo del aparato productivo a causa del cierre de actividades no esenciales, la caída en ingresos es de 132 mil millones de pesos.
El reporte operativo de la petrolera correspondiente a mayo refiere que los volúmenes comercializados de gasolinas en sus tipos Magna, Regular —de importación— y Premium se redujeron 20.3% entre el 1 de enero y el 31 de mayo, como resultado del confinamiento y el menor tráfico de vehículos, sobre todo en abril y mayo.
El consumo de diesel, utilizado en el transporte público de carga y pasaje, se redujo 23.8% en los primeros cinco meses del año.
La cancelación de vuelos provocó que la venta de turbosina de Pemex se contrajera 42.1%.
De enero a mayo de 2019, Pemex reportó ingresos por la venta de estos tres combustibles de 288 mil millones de pesos. Este año, en el mismo periodo, los ingresos por el mismo concepto cayeron a 175 mil millones.
El mayor golpe para Pemex se sintió con la venta de gasolinas, pues sus ingresos se redujeron de 188 mil a 118 mil millones de pesos, es decir, 70 mil millones menos entre los periodos enero-mayo de 2019 y 2020.
Las ventas de diesel se redujeron en 31 mil millones y las de turbosina en 12 mil millones de pesos.
El informe de Pemex señala que se redujo su producción de petróleo crudo en 87 mil barriles diarios en mayo, un retroceso de 5.11% respecto al mes anterior.
Indicó que en mayo la plataforma de producción fue de un millón 613 mil barriles diarios, sin la participación de sus socios privados, cuando un mes antes había extraído un millón 700 mil barriles diarios.
Esto responde al compromiso de México asumido con la OPEP de reducir 100 mil barriles diarios en promedio en abril y mayo.
La reducción de la producción obligó al país a ajustar a la baja los embarques destinados a la exportación.