Las autoridades deben ser las primeras en respetar la ley y no regularizar los vehículos que se encuentran en calidad de contrabando en el país, advirtió la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Regularizar los también conocidos como autos chocolate significará premiar la ilegalidad, pero también será un golpe a la economía formal, afectará el empleo, la inversión y la recaudación de impuestos, alertó.
“La regularización de los vehículos que se encuentran en calidad de contrabando sería un duro golpe a la economía y aumentaría la obsolescencia automotriz; México no debe ser el basurero automotriz de ningún país”.
La regularización es un atentado contra un sector clave de la economía, el cual representa cerca de 20% del PIB manufacturero.
Si se concreta esta medida, se contraerá la recaudación del impuesto sobre autos nuevos y se dejarán de pagar IVA e ISR por los recortes a producción. Por otra parte, en algunas zonas podrían aumentar las emisiones contaminantes por tratarse de vehículos antiguos y de elevados kilometrajes.